Biblia

Años de la Biblia, primera parte

TENGO UN AMIGO cuyo cumpleaños es el 29 de febrero. Me crea un problema porque muchos años no lo puedo felicitar. Dado que la Tierra gira alrededor del Sol en 365 y un cuarto, fue necesario añadir al calendario un día extra cada cuatro años.

Se le añade al mes de febrero, el 29. Así resulta un año bisiesto. Con esta norma solo podemos felicitarle cada cuatro años, pues su día no aparece en el calendario. Todo esto me hace preguntarme, ¿tenían estas normas en tiempo de la Biblia?

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Ilustraciones: Rafael Domingo

Unos años antes de nacer el Señor apareció el llamado Libro de Enoc. Forma parte del canon de la Biblia de la Iglesia ortodoxa etíope pero no es reconocido como canónico por las demás iglesias cristianas. En él, el arcángel Uriel enseñó a Enoc las tabletas de los cielos. Con ellas se sabía cómo medir el tiempo que Dios había creado. Para calcular meses, días, había que escuchar a los ángeles que controlan el movimiento de las estrellas.

Todo es de Dios, y el tiempo es de origen divino. Se trataba de calcular el año, junto con el día, son medidas de tiempo constantemente mencionadas en la biblia. Así se creó el sistema basado en la luna, de origen divino según el Eclesiástico:

Luego, viene la luna, siempre fiel a su cita; ella indica los meses y el calendario. El tiempo de la fiesta nos viene de la luna, cuando después de un plenilunio vuelve a su menguante. De la luna nueva toma su nombre el mes: ¡qué maravilla cuando llega a su creciente! (Eclo 43,6)

En Egipto tenían otro sistema basado en el Sol. Había el año solar de Egipto y el año lunar del Próximo Oriente. En tiempos de Moisés se usaba el año solar, pues cuando muere en Moab, su duelo duró 30 días (medida de año solar), durante treinta días estuvieron en duelo. (Dt 34,8)

En tiempos de Cristo se usaba el año lunar de 354 días que luego se completaba con un mes llamado “lunación”. El año lunar tiene ciertas desventajas. Con once días menos del año solar, no coincidían las estaciones de frutos y los meses. De cuando en cuando tenían que arreglar la diferencia, pues si no los meses de verano ocurrirían en invierno.

El emperador César observó que al año legal le faltaban 67 días, decretó que el presente año 45 sería de 445 días. Y el año siguiente tendría 365 días. Los egipcios, cuyo año solar tenía 12 meses de 30 días, solucionaron el mismo problema añadiendo al año 5 días. Los judíos esperaron a que el error fuera de un mes, y entonces insertaron al año un mes extra llamado Veadar entre dos meses de primavera.

La inclusión se hizo teniendo en cuenta las actividades del campo cuando las espigas de cebada estuvieran a punto para el Pésaj, o Pascua judía. Decía un rabino: “Los corderos son todavía jovencitos y los pollos pequeños, por eso añadimos un mes a este año”. ¿Cómo cuenta los años Ud.? De este tema seguiremos hablando el próximo mes.