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Cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá: “Hemos vivido 51 años de una guerra sin sentido”

Aprincipios de octubre, invitado por la Sociedad Bíblica Americana, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, Colombia, y presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), estuvo de visita en Nueva York. Iba camino a Roma, donde participaría en el Sínodo de los Obispos.

Durante su visita, el cardenal Salazar dio una conferencia en la parroquia del Santísimo Sacramento, en Manhattan, con el título “La Biblia y la Iglesia Católica en América Latina”. El 2 de octubre sostuvo un conversatorio en la sede de la revista America y allí estuvimos, cortesía que agradecemos en nombre de Nuestra Voz. Aquí tienen una síntesis muy abreviada de un diálogo largo y enjundioso que tocó los temas más diversos.

Durante el encuentro, le preguntaron al Cardenal sobre el futuro de Colombia.

Cardenal Salazar: Nosotros hemos vivido 51 años de una guerra sin sentido entre grupos guerrilleros y el estado, el gobierno. Esta ha sido una guerra que ha producido un daño inmenso al país. Tenemos más de 7 millones de víctimas, de las cuales más de 6 millones son desplazados internos. Somos el segundo país después de Siria con más desplazados internos. Ha habido casi 300.000 muertos. Y este proceso de guerra que ha calado profundamente en el país creando una mentalidad de que la violencia es válida, de que la violencia es el medio para alcanzar los fines y por lo tanto el daño no solo se observa en las víctimas que han sufrido directamente los efectos del conflicto, sino también en la mentalidad general del país.

Desde hace tres años el gobierno mantiene unas conversaciones con la guerrilla en La Habana. Han sido unas negociaciones muy difíciles, porque la guerrilla no ha querido aceptar que ellos hayan cometido crímenes. […] Al mismo tiempo, en Colombia se han levantado fuerzas muy importantes que cuestionan el hecho mismo de negociar con la guerrilla.

Hace [poco], se rompió un poco esa situación que parecía imposible de cambiar y la guerrilla aceptó finalmente ser sometida a la justicia. Se habla entonces de una justicia transicional que es indudablemente la única posibilidad para ponerle fin a este conflicto.

Se puso un plazo definitivo para firmar ya el cese del conflicto: 23 de marzo del año entrante. Si se llega al acuerdo definitivo con la guerrilla, entonces la guerrilla aceptaría que en 60 días dejarían definitivamente las armas. Esa es la situación actual.

A continuación le preguntaron sobre el papel de la Iglesia en el proceso de paz.

Cardenal Salazar: La Iglesia siempre ha apoyado la negociación porque estamos convencidos de que solamente el diálogo y la concertación pueden poner fin a este conflicto. Sin embargo, no hemos jugado un papel activo, directo, en las negociaciones porque las negociaciones son entre el gobierno y la guerrilla y la Iglesia no es ni gobierno ni guerrilla. Nuestro papel fundamental ha sido trabajar en la base, especialmente en la atención a las víctimas, especialmente en crear un ambiente de perdón, de reconciliación; trabajar con las comunidades para que vayan cada vez más asimilando el principio de la fraternidad, de la solidaridad.

El gran reto que nosotros tenemos en este momento es el de construir la paz una vez hecha la paz. Y es que distinguimos entre hacer la paz y construir la paz. Hacer la paz es firmar el acuerdo, pero construir la paz es construir un país nuevo, un país animado verdaderamente por la solidaridad, por la fraternidad, un país verdaderamente democrático.

Luego el Cardenal se refirió al Sínodo de la Familia.

Cardenal Salazar: Yo hablaba al principio de que estamos viviendo cambios profundos. Y uno de esos cambios profundos es precisamente el de los cambios que se están dando al interior de la familia. Por lo tanto, el que la Iglesia encuentre caminos válidos para acercarse hoy a la familia, evangelizar a la familia y permitirle a la familia alcanzar su pleno desarrollo, es uno de los propósitos más importantes para la Iglesia.

Al final del encuentro, Nuestra Voz le hizo esta pregunta al Cardenal Salazar.

Nuestra Voz: Eminencia, casi la mitad de los católicos de la Diócesis de Brooklyn, que incluye Brooklyn y Queens, son latinoamericanos y un gran número son colombianos. Como presidente del CELAM y arzobispo primado de Colombia, ¿podría darnos un mensaje para ellos?

Cardenal Salazar: Un saludo muy cordial para todos ustedes. Para mí es una alegría poder dirigirme a todos los hispanos que viven en Estados Unidos, especialmente en esta Diócesis de Brooklyn. Ustedes acaban de vivir una experiencia extraordinaria, que es la visita del Santo Padre. Pero se puede correr un peligro: que se viva solamente la parte de euforia y de alegría y de salir a ver al Papa y no escuchar el mensaje que trae el Papa. Yo los invito a que escuchen el mensaje del Papa. El mensaje del papa Francisco es el mensaje del Evangelio, es el mensaje del amor, es el mensaje del respeto a la vida, es el mensaje de la familia, es el mensaje de que vivamos realmente como discípulos del Señor para poder ser más felices. Los invito por tanto a que vuelvan a escuchar el mensaje del Papa y traten de interiorizarlo, de llevarlo a la práctica.

Voy ahora a Roma para participar en el Sínodo de la Familia. Ustedes saben perfectamente la gran importancia que tiene para cada ser humano la familia. Allí es donde nacemos, donde crecemos, donde recibimos la vida y allí es donde desarrollamos nuestras relaciones más profundas. Por los invito también a estar muy atentos a las conclusiones a las que se llegue con este Sínodo de la Familia para que ustedes puedan vivir más felices, tener familias más unidas, tener por lo tanto la posibilidad de eso sentirse cada día bendecidos por el Señor. Yo prometo orar por ustedes. Lo hago generalmente, pero de ahora en adelante lo haré todos los días. Que el Señor los bendiga abundantemente.