Cine de valores

Dunkerque

Dunkirk_Poster

A finales de mayo de 1940, la fuerza expedicionaria británica enviada unos meses antes a apoyar a los franceses ante la invasión alemana, se vio obligada a retirarse, junto con un remanente de tropas francesas y belgas, hacia Dunkerque, en la costa del Canal de la Mancha, para ser evacuada hacia Inglaterra. Allí el contingente de unos 400 000 soldados aliados se mantuvo cercado y ferozmente hostigado por las fuerzas invasoras alemanas, mientras el Alto Mando británico llevaba a cabo la evacuación, que recibió el nombre Operación Dinamo. Dunkerque es el impactante relato de esa evacuación, que no en vano ha sido llamada el milagro de Dunkerque.

El director, guionista y coproductor de la película, Christopher Nolan, acumula una respetable filmografía que incluye películas de culto como Memento (2000), su aclamada trilogía de Batman [Batman Begins (2005), The Dark Night (2008) y The Dark Knight Rises (2012)] y otros grandes éxitos de crítica y público, como Inception (2010) e Interstellar (2014). Aquí centra su atención en este excepcional episodio de la Segunda Guerra Mundial, un desastre militar de enormes proporciones que provocó un despliegue de solidaridad y heroísmo para lograr el rescate de la derrotada tropa aliada.

Dunkerque es un homenaje a los capitanes de los cientos de pequeños barcos de pesca y recreo que, desafiando a la implacable fuerza aérea alemana en las aguas del Canal, infestadas de minas y submarinos alemanes, se unieron al modesto contingente de fuerzas navales y aéreas británicas movilizado para salvar a sus compañeros de una muerte segura.

Un rasgo distintivo del cine de Chistopher Nolan es la creatividad en el tratamiento del tiempo cinematográfico. En Dunkerque, la cinta sigue en paralelo acciones que se desarrollan en la playa durante una semana, en el mar durante un día, y en el aire durante una hora. Las tres narraciones se combinan en un relato cinematográfico perfectamente  coherente, sin que se aprecien saltos o discontinuidades.

Conocido por su obstinada oposición a utilizar el formato digital, Nolan ha filmado Dunkerque en formato analógico grande (película de 70 mm e IMAX), lo cual resulta particularmente adecuado para las espectaculares tomas generales de la cinta, que subrayan la magna escala de la operación mientras recogen todo en gran detalle.

Desde las primeras escenas, nos sorprende la extrema juventud de los soldados. Duele verlos luchar por la supervivencia, en situaciones en las que afloran por momentos el egoísmo y los prejuicios racistas, potenciados por el miedo y un ciego instinto de autopreservación. No obstante reconocer esas miserias de la guerra, Dunkerque prefiere destacar la capacidad de sacrificio, solidaridad y compasión del ser humano, y nos deja una cinta que, a contracorriente de estos tiempos de cinismo y descreimiento, apuesta por lo mejor de nosotros, con la convicción profunda de que, a pesar de todo, somos capaces de obrar el bien.

Sin dudas, una de las mejores películas del año.