Locales

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

ESTE 17 DE ABRIL es el día mundial para orar por las vocaciones. En 1963 el papa Pablo VI designó la fiesta del Buen Pastor como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. El tema de este año es “Somos el pueblo de Dios”.

“Durante esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (JMOV), se nos recuerda que como católicos bautizados al igual que a todos los cristianos, nuestra vocación primordial es tanto el llamado a la santidad como al servicio. ‘La santidad es la vocación de nuestros tiempos, de todos nosotros’, dijo el papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II. El papa Juan Pablo II constantemente llamaba a los jóvenes y a todos nosotros a entregar nuestras vidas al servicio como seguidores de Cristo”. Estas notas, del mensaje de la Jornada, serán leídas durante la homilía el 17 de abril.

De acuerdo con documento de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, “en el año 2002, el papa Juan Pablo II hizo un llamado a los Estados Unidos y Canadá pidiéndoles formar un plan pastoral conjunto para la creación de una cultura vocacional en Norteamérica. En el plan se nos recuerda a todos que «la realidad vocacional de la iglesia requiere de un respeto profundo por la complementariedad e interdependencia de todas las vocaciones de la iglesia. Puesto que la iglesia es a la vez comunidad y comunión de vocaciones, todos sus miembros necesitan preocuparse y comprometerse por el florecimiento de todas las vocaciones de la iglesia y no solamente las propias»”.

La Diócesis de Brooklyn cuenta con la Oficina de Vocaciones. “La Oficina de Vocaciones ayuda hombres y mujeres jóvenes a discernir su vocación al sacerdocio y a la vida consagrada para el futuro de la Iglesia y también ayuda a la Iglesia a encontrar las vocaciones en las personas de su comunidad”, explica el padre Sean Suckiel, director de la Oficina de Vocaciones. En su mensaje para la 53ª Jornada Mundial de Oración para las Vocaciones, el papa Francisco dijo que “la vocación nace en la Iglesia. Desde el nacimiento de una vocación es necesario un adecuado ‘sentido’ de Iglesia. Nadie es llamado exclusivamente para una región, ni para un grupo o movimiento eclesial, sino al servicio de la Iglesia y del mundo. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos”.

El papa Francisco agregó que “respondiendo a la llamada de Dios, el joven ve cómo se amplía el horizonte eclesial, puede considerar los diferentes carismas y vocaciones y alcanzar así un discernimiento más objetivo. La comunidad se convierte de este modo en el hogar y la familia en la que nace la vocación. El candidato contempla agradecido esta mediación comunitaria como un elemento irrenunciable para su futuro. Aprende a conocer y a amar a otros hermanos y hermanas que recorren diversos caminos; y estos vínculos fortalecen en todos la comunión.

Si usted siente el llamado de Dios para seguir la vida sacerdotal, puede comunicarse con la Oficina de Vocaciones; y no olvide este 17 de abril hacer una oración especial por las vocaciones.