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La Virgen María, nuestra madre universal

Pope Francis walks past a statue of Mary and the child Jesus during a prayer service New Year's Eve in St. Peter's Basilica at the Vatican. (CNS photo/Paul Haring) See POPE-YEAREND Dec. 31, 2014.
El diácono Jorge González recuerda que el Señor escogió a la Virgen María para ser la madre del Salvador, y por eso ella, con su “sí” al ángel, permitió que el plan de Dios se llevara a cabo en el mundo. (CNS photo/Paul Haring)

En el mes de las madres, los católicos no podemos dejar de pensar en la Virgen María, nuestra madre del cielo.

“El Señor la escogió a ella para ser la madre del Salvador, ella es la persona que con su ‘sí’ permitió que el plan de Dios se llevara a cabo en el mundo”, explica el diácono Jorge González, director del programa de formación para diáconos.

El diácono González es un estudioso que ha dado conferencias sobre la Virgen María, por eso quisimos tener su comentario. “Ella es un ejemplo de lo que es ser discípulo de Jesucristo que escucha la palabra de Dios, la acepta y la pone en práctica, es un modelo perfecto para nosotros, para vivir nuestro discipulado y nuestra apertura al plan de Dios, ella se abrió al plan de Dios y aunque no lo conocía enteramente confió en su providencia y se puso en sus manos sabiendo que Dios la iba a guiar, la iba a ayudar y a sostener en todos los momentos de su vida, y por eso para nosotros, que estamos llamados a seguir a Jesús, ella es un ejemplo claro y vivo de una persona que supo abrirse a este plan de Dios y lo aceptó completamente sin importar las consecuencias”.

“La Virgen María confió en Dios plenamente, confió en la providencia de Dios, igualmente nosotros como discípulos estamos llamados a eso, estamos llamados a caminar de la mano de Dios, sabiendo que él nos dirige, que él nos conduce, que él va a revelarnos lo que tiene que revelarnos en la medida que vamos caminando por los diferentes momentos de nuestra vida y ella para mí es eso, ese claro ejemplo de cómo debemos vivir nuestra vida cristiana, por eso ella fue el primer discípulo del Señor, la portadora de la Palabra de Dios”, agrega el diácono González.

El director del programa de formación para diáconos concluye: “Estamos hablando de una madre que amaba profundamenteasuHijo,que lo ha visto hacer el bien y en el momento de la pasión del Señor su corazón de madre se siente atravesado por esa espada de Simeón. Ella, como madre de los dolores, sufrió al ver el sufrimiento de Jesús, sufre como madre. Es un sufrimiento con esperanza porque ella sabía que había un plan detrás de todo eso y a pesar de tener esa confianza, no deja de sufrir y de sentir un gran dolor, por eso ella tiene un título que nosotros le damos de madre de los dolores. Es la madre de la esperanza”.

Por eso este 8 de mayo cuando felicitemos a nuestras madres, no nos olvidemos de nuestra madre del cielo, y elevemos una oración de gracias a la Virgen María.