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BROOKLYN, Nueva York—. “Me siento muy molesto, no creo que la gente deba hacer eso. La gente debería tener respeto por la fe de otras personas”, dice entristecido Raúl Mejía, feligrés de la parroquia de Santo Tomás de Aquino al escuchar sobre el acto de vandalismo cometido en su iglesia.
Mejía, de origen ecuatoriano, llegó a la iglesia de Santo Tomás de Aquino en Park Slope esta tarde para orar, una actividad que realiza a menudo, pero esta vez faltaba algo: la estatua de Nuestra Señora de Cisne, patrona de la provincia ecuatoriana de Loja.
“Hay mucha gente molesta, pero especialmente no es nada agradable para la comunidad ecuatoriana”, reflexiona Mejía.
El pasado miércoles la estatua de la virgen fue robada de la iglesia, que está ubicada en el 249 9th Street, en Brooklyn. El video de vigilancia mostró a un hombre vestido con una sudadera con capucha, entrar a la iglesia, agarrar la estatua y marcharse con ella. Al principio los empleados de la iglesia y el padre Willy Kingsley comenzaron a buscarla sin darse cuenta de que se la habían robado. Finalmente la encontraron en el latón de basura al otro lado de la calle.
La imagen sufrió daños sustanciales en el lado izquierdo, pero el Padre Kingsley dice que no se trata solo del daño físico sufrido, sino de lo que dicen las acciones. “Lanzarla a la basura es un insulto, de lo que no podemos enorgullecernos como personas, ni como comunidad. Fue bastante angustioso”.
Esta es la segunda vez que esta estatua es robada y arrojada a la basura. La primera vez e encontró rápidamente y no se informó a la policía.
“Nuestra Señora de Cisne tiene un importante significado para los ecuatorianos, es una parte esencial de su identidad y de su fe. En esta parroquia en particular tenemos un grupo de devoción semanal por la Virgen del Cisne”, explicó a Currents News el Padre Kingsley.
El equipo de Delitos de Odio de la Policía de Nueva York (NYPD) se encuentra investigando el incidente, y ha pedido la colaboración de la comunidad para identificar al sospechoso. Cualquier información puede llamar de manera anónima a CRIMESTOPPERS al 1-800-577-TIPS o enviar el mensaje de texto CRIMES TIP577
Hasta el momento nadie ha sido arrestado y la estatua se encuentra protegida en la rectoría.
El Padre Kingsley dijo estar muy agradecido con la policía de Nueva York por su ayuda y por continuar vigilando la iglesia.