ROMA—. A través de un vídeo que se ha hecho viral en las redes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde el área arqueológica de Comalcalco, hizo este anuncio.
“Envié ya una carta al Rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como Derechos Humanos”.
El Vaticano no se ha pronunciado sobre esta carta pero su portavoz recuerda que los Pontífices se han referido muchas veces a esta misma cuestión.
La más reciente petición de perdón por el trato a los pueblos originarios la realizó Francisco en 2016, precisamente durante su viaje a México. En el estado de Chiapas, en la misa con las comunidades indígenas, el Papa reconoció el sufrimiento de estos pueblos.
“Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, ¡perdón, hermanos! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes”, dijo en esa oportunidad el pontífice.
Un año antes, en 2015 en Bolivia, Francisco reiteró con estas palabras la petición de perdón que ya hiciera Juan Pablo II.
“Porque alguno podrá decir, con derecho, que, cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios. Lo han reconocido mis antecesores, lo ha dicho el CELAM, el Consejo Episcopal Latinoamericano, y también quiero decirlo. Al igual que san Juan Pablo II pido que la Iglesia, y cito lo que dijo él,“se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos”. Y quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue san Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”.
Pero no solo el Papa Francisco. Benedicto XVI también habló de “sombras” durante aquel proceso de evangelización. Lo hizo en una audiencia general a su regreso del viaje a Brasil en la que además aseguró que “no es posible olvidar los sufrimientos y las injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en sus derechos humanos fundamentales”.
En República Dominicana en 1992, su predecesor, san Juan Pablo II, habló de las “injusticias” a las que fueron sometidos los pueblos indígenas, tal y como lo hizo en 1983 en Guatemala.
Al contrario de lo que piensa el actual presidente de México, los Papas llevan décadas pidiendo “perdón” por todo lo que la Iglesia hizo mal en aquel periodo histórico.