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Twitter censura cita antiaborto de Madre Teresa de Calcuta

WASHINGTON (por Jacob Comello/CNS)—. Ante la multitud en una audiencia del Subcomité de Constitución del Comité Judicial del Senado, el pasado 10 de abril, el senador Ted Cruz (R-Texas), mostró un cartel con un tweet de una cita de Santa Teresa de Calcuta: “El aborto es una manera de feminicidio. Tres cuartas partes de sus víctimas son mujeres: la mitad de los bebés y todas las madres”.

Junto a la cita aparecía una foto de la santa, fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad, sonriendo.

Luego Cruz, quien es presidente del subcomité, le preguntó al testigo experto Carlos Monje del equipo de políticas públicas de Twitter una pregunta simple: “¿Es este discurso de odio?” La imagen en cuestión fue publicado en Twitter el 8 de marzo por Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony List. Esta organización nacional pro-vida tenía la intención de publicarlo como un anuncio promocional, pero Twitter se aseguró de que nunca viera la luz al eliminarlo de inmediato de su plataforma.

¿El motivo de la prohibición? La imagen supuestamente violaba la “política de servicios y productos farmacéuticos y de salud” de Twitter.

Los detalles sobre esa regulación en el sitio web de Twitter son vagos, enumeran las entidades a las que se aplican esas restricciones de un país a otro y solo brindan explicaciones rápidas de por qué las restricciones son necesarias, por ejemplo, indicando que “a menos que aparezca listado a continuación, se prohibe la promoción de productos y servicios farmacéuticos y de salud”.

Un argumento bastante cuestionable para censurar una cita de Santa Teresa de Calcuta.

Igual de ambigua y cantinflesca fue la respuesta de Monje a la pregunta de Cruz. Después de un breve silencio, dijo: “Creo que (ese tweet) fue publicado en la cuenta de Susan B. Anthony List, que es actualmente una cliente de buena reputación en nuestra plataforma”.

Cruz lo interrumpió, tratando de reenfocar la conversación: “Eres muy bueno evadiendo las respuestas, pero la pregunta es: ¿es este un discurso de odio?”

A lo que Monje ripostó que “cada tweet tiene un contexto… Puedo decirles que hemos penalizado cuentas en ambos extremos de este debate, incluidos los tweets de grupos pro-aborto que acusan a todos los que son pro-vida de misóginos”.

Este fue uno de los muchos intercambios tensos durante la audiencia, que fue solicitada por el subcomité para evaluar el papel que podrían desempeñar las grandes empresas de tecnología en las conversaciones coercitivas que se producen en sus plataformas, hasta incluir la censura de ciertos puntos de vista.

Cruz, que estaba preocupado por el bloqueo de las perspectivas conservadoras y pro-vida en las redes sociales, emitió una declaración de apertura feroz, donde denunció “la capacidad de un puñado de empresas de tecnología gigantes para decidir si un orador en particular no debe llegar a su audiencia, haciendo que sus palabras se desvanezcan en el éter”.

Cruz, quien es abogado graduado de Harvard, ofreció tres soluciones potenciales legales contra la censura de las “gran tecnología”: una enmienda a la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones (Communications Decency Act), que según aseguró “proporciona una inmunidad especial a las grandes empresas tecnológicas que nadie más disfruta”; aplicar las leyes antimonopolio contra las empresas tecnológicas por monopolizar el discurso ideológico en línea; acusarlas de fraude por presentarse falsamente ante los clientes como foros públicos neutrales.

Cuando la senadora Mazie Hirono, demócrata por Hawái, una de las miembro de mayor rango en el subcomité, tuvo su turno, desdeñó las preocupaciones de Cruz como meras teorías de conspiración.

“Hay muchas áreas en las que el Senado debería estar supervisando la industria de la tecnología… pero las acusaciones infundadas de prejuicios anti-conservadores no son una de ellas”, dijo Hirono.

Llegando incluso a afirmar que las teorías de conspiración y la retórica de odio que según ella aún propagan los grupos de extrema derecha en muchas redes sociales es un ejemplo de la necesidad de restricciones más estrictas del contenido que se publica en Internet.

Incluso culpó a los conservadores en general por difundir falsedades sobre el tiroteo en la escuela de Sandy Hook, Connecticut, argumentando que si los conservadores quieren un tratamiento más favorable de las compañías de medios “no deberían usar sus plataformas para hostigar y difundir mentiras sobre un padre que perdió su hija de la manera más trágica posible”.

Hirono se refería a Robbie Parker, quien perdió a su hija en el tiroteo y estuvo en la audiencia ese día como testigo. Él sigue siendo blanco de líderes ultraderechistas que afirman que la masacre nunca sucedió, sino que fue escenificada.

Susan B. Anthony List afirma haber sido víctima muchas veces de la discriminación de Twitter, especialmente durante las elecciones intermedias de 2018, cuando muchos de sus respaldos públicos a los candidatos pro-vida fueron censurados por Twitter y aceptados poco después, a veces solo después de que la organización hubiera apelado la decisión.