Bajo el lema Pray & Play -Reza y Juega- el pasado jueves 27 de febrero, con una emotiva misa con los capitanes de los equipos y los organizadores se ha inaugurado la XIV edición de la Clericus Cup, el campeonato de fútbol que congrega en Roma a unos setenta sacerdotes y seminaristas que llegan de todo el mundo para realizar sus estudios eclesiásticos, pero no titubean en ponerse la camiseta para ganar la copa bendecida por el Papa Francisco, el capitán del torneo.
La Clericus Cup es una iniciativa del Centro Sportivo Italiano (CSI) que se realiza desde el 2007 y cuenta con el patrocinio de los “Caballeros de Colón”, una asociación que nace en Roma con el Papa Benedicto XV para la ayuda de los jóvenes más pobres de la ciudad. También acompañan esta iniciativa el Pontificio Consejo para la Cultura, la Conferencia Episcopal Italiana y el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
El año pasado la copa se la llevó el Pontificio Colegio Urbano “de Propaganda Fide,” que es el Seminario Mayor internacional de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, establecido en Roma por el Papa Urbano VIII que forma a los sacerdotes de los territorios de misión y de Iglesias jóvenes.
Raymond Ogboji, un joven seminarista del equipo campeón reflexiona sobre el lema de este año: “Pray & Play es un importante estímulo a rezar y buscar el rostro de Dios también en el campo de juego. Nuestra identidad de sacerdotes y seminaristas debe manifestarse también en el juego. Como dice la Carta a los Colosenses ‘Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.’ De este modo, y a través del fútbol, hacemos presente la obra evangelizadora de Dios, haciéndolo presente en la cancha y en el mundo entero.”
En la misma línea, don Alessio Albertini, sacerdote de la diócesis de Milán y asesor eclesiástico del CSI afirmaba durante la conferencia de prensa que “la emoción del deporte es arriesgarse a ganar o perder, así es la vida, siempre hay un riesgo. Y donde hay un riesgo, siempre está Dios. Se trata de ponerse en sus manos, ciertamente Él no te hará ganar, no te hará perder, pero te dará la fuerza para enfrentar el juego.”
Ni siquiera el coronavirus quedó fuera de las reflexiones de los organizadores ya que el Clericus Cup estuvo en riesgo de ser suspendido por las medidas sanitarias propuestas por el gobierno italiano, al respecto, don Alessio también invitó a los participantes “a no dejar que el virus nos divida haciéndonos tener miedo de los otros,” valorando el tiempo en que podemos estar juntos en los lugares en que las medidas preventivas no son tan severas. También indicó que las precauciones sanitarias que obligan a las personas a permanecer en sus casas pueden ser un tiempo oportuno para redescubrir la belleza del compartir en familia.
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Por su parte, el subsecretario del Pontificio Consejo para Cultura, Monseñor Melchor Sánchez, se refirió a la Clericus Cup como una oportunidad de “purificar el deporte de las trampas, del racismo, de la violencia, para redescubrir su dimensión educativa.” Así mismo, Santiago Pérez de Camino, responsable de la oficina Iglesia y Deporte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida subrayó que el campeonato es un “entrenamiento pastoral para los seminaristas y sacerdotes” que tendrán que ejercitar la pastoral de juventud al regresar a sus diócesis.
Este año la Clericus Cup llega con dos novedades, la primera es la incorporación de un sacerdote chino que jugará para el equipo del Colegio Sacerdotal Español, y la segunda es la participación del equipo de fútbol del Colegio Sacerdotal Argentino que sin lugar a dudas será alentado por su coterráneo Francisco que seguirá las jugadas por Radio Vaticana desde la casa de Santa Marta.
