Como un paso más en los procesos de transparencia dentro de la administración de la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano, el Papa nombró un Comisario Extraordinario para la Fábrica de San Pedro, mientras que el Promotor de Justicia del Vaticano autorizó el secuestro de documentos y aparatos electrónicos en las oficinas técnico-administrativas de dicha institución.
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El comunicado de la Oficina de Prensa dado a conocer esta mañana informaba que después de haber publicado el motu proprio Sobre la transparencia, el control y la competencia en los procedimientos de adjudicación de los contratos públicos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Santo Padre ha nombrado Comisario Extraordinario para la Fábrica de San Pedro, al Nuncio Apostólico, Su Exc. Monseñor Mario Giordana, confiándole la tarea de actualizar los Estatutos, aclarar la administración y reorganizar las oficinas administrativas y técnicas de la Fábrica. En esta delicada tarea será asistido por una comisión.
Esta elección también sigue un informe de las oficinas del Auditor General, que condujo, esta mañana, a la adquisición de documentos y equipos electrónicos en las oficinas técnicas y administrativas de la Fabbrica di San Pietro. Esta última operación fue autorizada por decreto del Promotor de Justicia de la Corte, Gian Piero Milano, y del Adjunto, Alessandro Diddi, luego de informar a la Secretaría de Estado.
La Fabbrica di San Pietro (en latín Reverenda Fabrica Sancti Petri) fue creada en 1523 por papa Clemente VII y es el organismo especialmente creado para la gestión de todas las obras necesarias, edilicias y artística, de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Desde el 5 de febrero de 2005, ha sido presidida por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica del Vaticano. El organismo está dividido en Comités, Oficinas y Estudios, incluidos el Comité de Administración y la Oficina Administrativa. La Oficina Técnica incluye los miembros del personal y los responsables de la Necrópolis del Vaticano y Antigüedades Clásicas. Luego está la Oficina de Celebraciones Litúrgicas, el Archivo Histórico General (separado del Archivo Secreto Vaticano) y el Estudio del Mosaico.