MANHATTAN — En la intersección de Broadway y Seventh Avenue, donde la calle 46 atraviesa las populares arterias, a quince metros de Father Duffy Square, Nueva York late en todo su eclecticismo y Manhattan se convierte en el espectáculo secular que cada año atrae a millones de visitantes.
Para Juan Camilo Pérez, de 39 años, fundador de la comunidad Fuego de Dios, ese es el lugar perfecto para cantar y alabar a Dios, mientras esperamos la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
En un concurrido Times Square, recuperándose poco a poco de la ciudad fantasmal en la que la pandemia del COVID-19 transformó a Manhattan, el moderado grupo de alrededor de una docena se reunió para adorar y orar el viernes 21 de mayo desde las 7:30 p.m. hasta las 10:30 p.m.
La comunidad ha convocado una respuesta masiva de más de 2000 miembros en su cuarto año de tradición en eventos anteriores. Este año, la convocatoria no se hizo pública como medida de precaución sanitaria, dijo Juan Camilo. En cambio, transmitieron en vivo las más de dos horas de adoración en su página de Facebook, alcanzando más de 27 mil visitas.
“Fuego de Dios es una comunidad de laicos especializados en la evangelización en las calles a través de las nuevas redes sociales”, dijo Juan Camilo. “Queremos llevar el mensaje de Dios a través de Facebook, Instagram, Zoom y de todas las redes sociales”.
Los miembros del Ministerio Internacional de Música Fuego de Dios forman parte del movimiento de Renovación Carismática perteneciente a diferentes parroquias de toda la Diócesis de Brooklyn, explica Juan Camilo. El Director de Formación de Fe en la Iglesia de St. Pancras, en Glendale, dirigió la vigilia con otro miembro de su comunidad, Juan Pablo Quiceno, y Nineth Pinzón, feligresa de St. Joan of Arc. Los otros fieles venían de las parroquias de la Natividad y el Santísimo Sacramento.
“Fundé el ministerio Fuego de Dios hace ya una década, pero no comenzamos a trabajar activamente en las calles hasta hace cuatro años, que tuvimos nuestro primer Pentecostés en Times Square”, dijo Juan Camilo. “Nuestro sueño era evangelizar llevando a las calles la enseñanza de la iglesia católica”.
Al preguntarle por qué, de entre tantos lugares, escogía el bullicioso Times Square —posiblemente la mayor catedral al aire libre de la secularización, una zona poblada donde se mezclan cientos de nacionalidades e idiomas para loar la modernidad—, su respuesta es contundente.
“Porque es el corazón de Nueva York. Times Square, toda esta área, solía ser un punto de adicción a las drogas y prostitución”, dijo. “Por eso, queremos traer aquí la luz de Cristo”.
“Eso es lo que nos ha pedido el papa Francisco, convertirnos en una iglesia que ‘avanza’ y se vuelva luz de las naciones”, agregó.
Y, de hecho, los Papas parecen estar describiendo Times Square en Evangelii Gaudium cuando piden una Iglesia misionera que pueda “salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos”.
“Aquí nos encontramos con personas de diferentes naciones, edades y orígenes, y queremos llevarles a todos la luz y el mensaje del Evangelio”, dijo Juan Camilo.
