Un lamentable hecho de vandalismo se registró en la madrugada del pasado 5 de diciembre en uno de los jardines de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington D.C.
Monseñor Walter Rossi, Rector de la Basílica, afirmó mediante un comunicado de prensa, que “el lunes 6 de diciembre por la mañana, mientras se abría la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, el personal de seguridad de la Basílica informó de un daño significativo a la estatua de Nuestra Señora de Fátima ubicada en el Camino del Rosario, en el jardín”.
“Tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad, se descubrió que un hombre había entrado en el jardín cerrado escalando su valla el domingo por la noche. A continuación, procedió a cortar las manos de la Virgen y a atacar su rostro con un martillo. Al marcharse, se llevó las manos”, añadió la misiva.
“Nos hemos puesto en contacto con las autoridades y, aunque estamos profundamente dolidos por este incidente, rezamos por el autor por la intercesión de la Santísima Virgen María bajo su advocación de Nuestra Señora de Fátima”, concluye el comunicado.
La Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington D.C. es la basílica católica más grande del país y ha recibido visitantes ilustres como el Papa Francisco y el Papa emérito Benedicto XVI, así como a San Juan Pablo II y la Santa Madre Teresa de Calcuta.
Se calcula que cada año este santuario recibe en torno a un millón de visitantes y peregrinos que encuentran bajo el mismo techo a las advocaciones de la Santísima Virgen veneradas en todo el mundo y es por eso que es considerado el santuario mariano más importante de los Estados Unidos.
“Los objetos religiosos son dedicados a Dios y lo que dedicamos a Dios es de Dios no es nuestro y por lo tanto una vez que esos objetos se desacralizan, ósea se les quita el propósito sagrado que tienen hay que repararlos, bendecirlos y proponerlo para el culto y la veneración de los fieles”, afirma monseñor Octavio Cisneros, Obispo Auxiliar de Brooklyn.
Al mismo tiempo Monseñor Cisneros explica que al tratarse de una imagen vandalizada ubicada al exterior de un templo, no se surte un proceso que incluye consagración, por lo tanto, una ceremonia de bendición sería suficiente en este caso particular.
Por su parte monseñor Paul Sanchez, Obispo Auxiliar de Brooklyn, asegura que “siempre es una tristeza enorme para el pueblo y para nosotros porque es una falta de respeto contra un objeto de devoción y para nosotros es una representación de nuestra fe en la Virgen de Fátima”.
“Estamos viviendo un momento con muchos conflictos en la sociedad y pareciera que hay menos posibilidades de reconciliación. Siempre predicaremos la importancia de la reconciliación y es por eso que debemos comunicarnos con calma y respeto con quienes tienen otras opiniones y por supuesto debemos rezar por aquellos que hacen este tipo de acciones”, afirma Monseñor Sanchez.
El video de seguridad de los exteriores de la Basílica fue compartido a los medios de comunicación y en él aparece el sospechoso golpeando la imagen con un martillo. Además de dañar su cara y sus manos rompió la cruz de la corona de la estatua que es hecha de mármol blanco y que fue instalada en 2017 en conmemoración del centenario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima (Portugal).