COLLEGE POINT – Una estudiante de posgrado con un hijo de un año está recibiendo ayuda para pagar la guardería mientras se concentra en sus estudios, gracias a una fundación provida dedicada a ayudar a las estudiantes embarazadas y a las que tienen hijos pequeños.
Kishauna Givans, graduada del Queens College que ahora cursa un máster en salud pública en la Escuela de Postgrado de Salud Pública de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, recibió recientemente una beca de 1.000 dólares de la Fundación Kathleen Mullally.
Givans, de 32 años, pretende destinar el dinero a los gastos de la guardería de su hijo pequeño, Aiydan. “Agradezco el dinero. Me ayudará mucho”, dijo.
Josephine Rose, presidenta de la fundación, entregó a Givans el cheque durante una recepción en The Bridge to Life, una organización provida de College Point.
Rose dijo que la solicitud de Givans “saltó de la página” cuando la leyó, lo que hizo que la decisión de concederle el dinero fuera fácil.
Givans, que es de Jamaica, llegó a los Estados Unidos hace unos años para buscar tratamiento médico para una parálisis que la había afectado repentinamente.
“Estaba paralizada del cuello para abajo y los médicos (en Jamaica) me dijeron que todo lo que había conseguido sería inalcanzable, por ejemplo, tener un hijo o poder volver a caminar o tener movilidad. Sin embargo, aquí estoy hoy”, dijo. Con varios tratamientos aquí en Estados Unidos, recuperó la movilidad.
Givans pertenece a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, una denominación protestante cuyos miembros asisten a la iglesia los sábados en lugar de los domingos. Se apoyó en la oración durante su calvario y, aunque los médicos aún no le han dado un diagnóstico concreto, cree que su enfermedad está relacionada con las migrañas que ha sufrido durante toda su vida.
En 2021, ella y su marido Adrian Parkes descubrieron que iban a tener un bebé. “Fue inesperado”, recuerda Givans. En ese momento asistía al Queens College y tomó la decisión de seguir estudiando.
Recordando su trato con la profesión médica durante su enfermedad, decidió seguir una carrera en política pública sanitaria, para ayudar a otros a navegar por el complejo sistema. “He investigado sobre la accesibilidad de los servicios sanitarios y hay una diferencia, dependiendo de tu comunidad”, explicó.
“Es otro brillante ejemplo de lo fuertes que son las mujeres y de lo inspiradora que puede ser la maternidad”, dijo Rose.
Rose, que también se graduó en el Queens College, creó la fundación en 2020 y la bautizó con el nombre de su difunta tía Kathleen Mullally, que nunca tuvo hijos propios pero disfrutaba de una relación estrecha y cariñosa con sus sobrinas y sobrinos.
Rose considera que la beca es una herramienta para combatir la noción promovida por los defensores del aborto -sobre todo a raíz de la decisión del Tribunal Supremo en el caso Roe contra Wade, el 24 de junio- de que la comunidad provida no se preocupa por las mujeres.
“Los grupos provida han sido los que han proporcionado a las mujeres recursos reales todo el tiempo, y esta beca es sólo un ejemplo. Tenemos que seguir dando la cara por las madres, ya que las mentiras procedentes del lobby abortista nunca han sido más despiadadas ni prevalentes”, explicó.
La fundación concedió su primera beca el año pasado. Por ahora, la beca tiene un tope de 1.000 dólares, pero Rose espera ampliarla para poder pagar la totalidad de la matrícula.
