Hollywood se le adelanta a la justicia
Armas de grueso calibre, explosiones de granadas, abundancia de balas y un esperado intento de escape se mezclaron en una trama hollywoodense donde el color de la violencia tiñó la recaptura del escurridizo líder del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán el pasado 8 de enero.
Los hechos tuvieron lugar en el barrio Los Mochis de Mazatlán, Sinaloa, donde según los reportes de funcionarios de la presidencia, efectivos de las fuerzas armadas mexicanas se batieron con los guardaespaldas de El Chapo en una encarnizada batalla. “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente Enrique Peña Nieto, @EPN.
Horas después, el mandatario hizo una breve declaración leída desde el Palacio Nacional en la que felicitó a las fuerzas de seguridad implicadas sin ofrecer más detalles del operativo.
“Se cansó de vivir en las montañas y no poder disfrutar las comodidades de su riqueza”, dijo el ex funcionario de la DEA, Michael Vigil. “Se volvió autocomplaciente y empezó a ir de la ciudad de Culiacán a Mazatlán.Esefueunerrorfatal”, declaró Vigil a Prensa Asociada.
Quizás otro error fatal fue concederles una entrevista a los actores Sean Penn y Kate del Castillo en octubre pasado desde uno de sus remotos escondites en las montañas. El Chapo habló ante las cámaras sobre sus orígenes y hasta se jactó de sus hazañas: “Trafico más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. Tengo una flotilla de submarinos, aviones, camiones y botes”, dijo en la entrevista que publicara luego la revista Rolling Stone en su página web.
Luego de la captura, las autoridades mexicanas informaron a la prensa que lograron detener a Guzmán porque estaba planeando la producción de una película sobre su vida y había contactado a actores y productores, lo que facilitó al gobierno de México su hallazgo.
El Chapo se había escapado anteriormente el 11 de julio del año pasado de la misma prisión de máxima seguridad a la que fue enviado esta vez, conocida como el Altiplano, en el estado de México. En esa ocasión, se fugó a través de un hoyo cavado debajo de la ducha de su celda que lo condujo a un túnel que, según estiman algunos ingenieros, costó al menos un millón de dólares y llevó meses de obras.
El gobierno mexicano anunció que Guzmán será extraditado a Estados Unidos, un proceso que podría tardarse por lo menos seis meses.