El pasado 21 de enero en la parroquia del Santísimo Sacramento en Jackson Heights, en Queens, cerca de mil personas asistieron a la misa en honor a la Virgen de la Altagracia, patrona de República Dominicana.
Monseñor Antonio Camilo González, obispo emérito de La Vega, en República Dominicana, celebró la misa. “Él dio un mensaje muy emotivo e hizo un llamado a la misericordia a través de la Virgen de la Altagracia”, comentó el padre Carlos Quijano, párroco del Santísimo Sacramento.
“Ha sido una celebración de mucha solemnidad, de mucho patriotismo por parte de la comunidad dominicana y de toda la Diócesis”, agregó el padre Quijano.
En la ceremonia estuvo monseñor Octavio Cisneros, obispo auxiliar de Brooklyn, quien dio la bienvenida en nombre del obispo de Brooklyn, monseñor Nicholas DiMarzio, y presentó al nuevo director espiritual de la comunidad dominicana, el padre Jason Espinal.
“A mí me pareció, como administrador de la parroquia de Santísimo Sacramento, una celebración muy agradable y muy positiva para la comunidad, pero también para honrar a la patrona de los dominicanos”, agregó el padre Quijano.
Monseñor Octavio Cisneros destacó la participación del obispo emérito de La Vega. “Monseñor Antonio Camilo González participa todos los años con nosotros. Había un espíritu lindo, la misa fue muy bonita. Había representantes de todas las parroquias y, por supuesto, también asistió el Comité de la Altagracia, quienes hacen una labor muy bonita durante el año”.
“Estuvimos muy contentos de que monseñor González viniera y animara a nuestra comunidad de la República Dominicana. Siempre es bonito cuando los feligreses ven que un sacerdote o, en este caso, un obispo del país propio tiene interés en su vida espiritual”, recalcó monseñor Cisneros.
A la misa asistieron feligreses dominicanos, pero también haitianos, ecuatorianos, mexicanos, colombianos y cubanos, “porque todos tienen la misma devoción a la Virgen María, ya sea bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe o de la Virgen de la Nube; por eso había personas que representaban las comunidades de la parroquia”, concluyó el padre Quijano.