WEST BRONX — En Fordham University, el grupo de danza estudiantil Candela Latina enciende más que el ritmo: despierta un sentido de pertenencia.
Nombrado por la palabra española que se traduce como “fuego” o “llama”, Candela Latina es el único club de danza latina en el campus.
Victoria Pérez, estudiante de último año en Fordham y presidenta del club, dijo que el grupo no solo celebra la herencia cultural a través del movimiento, sino que también atrae a estudiantes de todos los orígenes culturales y niveles de danza, mostrando que cualquiera puede expresarse a través del baile latino.
“Realizamos presentaciones para mantener viva la cultura latina en este campus, y está abierto a cualquiera, sin importar su experiencia en el baile”, explicó. “Todos son bienvenidos: enseñamos desde cero”.
Candela Latina practica una variedad de estilos de baile, incluyendo bachata, salsa, merengue, reguetón y dembow.
El grupo ensaya durante dos horas, cuatro noches a la semana, para prepararse para su próxima presentación el 25 de octubre en Maroon Mainstage, el evento de Family Weekend en Fordham University.
Pérez está enseñando al equipo una coreografía original suya con la canción “Bachata en Fukuoka” de Juan Luis Guerra, una rutina de bachata que ella bailó en su natal San Juan, Puerto Rico, para la quinceañera de su prima. La presentación incluirá también una rutina con la popular “NUEVAYoL” del músico puertorriqueño Bad Bunny.
Sergio Lobo, estudiante de segundo año y nuevo integrante del equipo, dijo que aunque está un poco nervioso por su primera presentación, se siente emocionado y agradecido por la oportunidad de bailar con Candela Latina.
“Nos reunimos cuatro veces por semana, y al final del día te recuerda: estas son mis raíces, y este es un tiempo dedicado en el que puedo volver a ellas”, dijo. “Es un lugar de amor para todos”.
Para Brianna Salcedo, estudiante de segundo año de Washington Heights con raíces dominicanas, bailar ritmos latinos para sus seres queridos durante Family Weekend tiene un significado especial.
El año pasado, sus padres y su abuela la vieron en el escenario por primera vez. Este año, asegura que es significativo volver a compartir pasos directamente ligados a su herencia.
“Definitivamente siento que estoy dando representación, mostrando a mis padres y a mi abuela que estoy orgullosa de la cultura en la que me criaron”, dijo. “Es algo refrescante para todos nosotros, porque es un lado mío que usualmente no llegan a ver”.
Su fe católica también profundiza su conexión con el club. Salcedo explicó que unirse a Candela Latina no le parece casualidad, sino algo guiado.
“Siento que todo lo que hago en este club ha sido de alguna manera preparado por Dios”, dijo. “No es coincidencia que la gente se sienta atraída aquí. Para mí, es precioso ver cómo todos nos unimos como uno solo”.
