Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Como Obispo de Brooklyn, les anuncio un nuevo e importante paso en el esfuerzo continuo de nuestra Diócesis para promover la sanación de menores víctimas de abuso sexual por parte de miembros del clero. Esta nueva iniciativa será el Programa Independiente de Reconciliación y Compensación (IRCP, por sus siglas en inglés) y es algo más que hace nuestra Diócesis —que sirve a las comunidades de Brooklyn y Queens— para reconocer el daño causado por sacerdotes o diáconos, y mostrar nuestra solidaridad con los sobrevivientes.
El IRCP toma como modelo el programa establecido en octubre pasado por la Arquidiócesis de Nueva York. Las decisiones de compensación serán tomadas por Kenneth R. Feinberg, quien administró numerosos programas de indemnización de alto perfil, incluyendo el Fondo de Compensación de Víctimas del 11 de Septiembre; el fondo de compensación para víctimas del derrame de petróleo de BP en el Golfo de México; sirvió como mediador para casos de abuso sexual en Penn State University, y administró muchos otros programas corporativos y caritativos independientes de indemnización. El Sr. Feinberg tendrá independencia total para determinar la compensación para los sobrevivientes.
Durante mis años como obispo diocesano, primero en Camden, y luego en Brooklyn y Queens, me he reunido con más de 50 víctimas. Es duro oírlos hablar del dolor causado por el comportamiento criminal de miembros del clero. Sé bien que ninguna cantidad de dinero borrará jamás las cicatrices del abuso, pero este programa de compensación es una expresión concreta de nuestra contrición y nuestro deseo de reparar el daño causado. Esperamos que ayude con el proceso de sanación y contribuya a poner fin a la traumática experiencia.
La Oficina de la Diócesis de Brooklyn de Ayuda a Víctimas de Abuso Sexual continuará todos los esfuerzos que ha venido haciendo para apoyar a las víctimas, entre ellos el pago de terapias provistas por profesionales independientes que no estén afiliados a la Iglesia, seguirá ofreciendo varios grupos de apoyo y grupos de oración mensual, y continuará celebrando cada año la Misa de la Esperanza.
Hace cuatro años, las víctimas de abuso sexual por parte de miembros del clero en nuestra diócesis formaron un Comité Asesor de Sobrevivientes de la Diócesis de Brooklyn. Este programa, al igual que todos nuestros esfuerzos de divulgación, ha sido consultado con este grupo de sobrevivientes. Continuaré escuchando y teniendo en cuenta los criterios de estas personas para desarrollar nuevas maneras de responder a sus necesidades como víctimas.
Quiero también asegurarles a todos los feligreses y donantes de nuestra Diócesis de Brooklyn, que ni un centavo de sus contribuciones será destinado para cubrir los costos de compensación a las víctimas de abuso. La Diócesis pedirá un préstamo para cubrir el costo y lo pagará con los ingresos generados por los alquileres. La diócesis no usará dinero que donen los fieles para apoyar a sus parroquias, escuelas, obras benéficas, ministerios y apostolados o a la campaña de recaudación de fondos Generations of Faith. La carga financiera será asumida adecuadamente por la administración diocesana central.
De acuerdo con nuestras normas diocesanas, todas y cada una de las reclamaciones de conducta sexual inapropiada contra un menor han sido reportadas al fiscal del distrito. Cualquier nueva denuncia que salga a la luz a través de este programa también será reportada al fiscal del distrito y a cualquier otra autoridad correspondiente.
En consonancia con las fuerzas del orden, la diócesis entiende la importancia de proteger la identidad de las víctimas de abuso sexual. Con ese fin, la diócesis y el programa IRCP respetarán la privacidad de los participantes. Sin embargo, queremos dejar claro que bajo los protocolos de la Carta de Dallas, aprobada por los Obispos de los Estados Unidos en 2002, los participantes mismos no estarán sujetos a ningún acuerdo de confidencialidad y podrán hablar sobre cualquier aspecto de su caso y la compensación que pudieran recibir con quien deseen hacerlo.
Nunca dejaremos de trabajar por la rehabilitación, la compensación y la reconciliación. Aquí en la Diócesis de Brooklyn, reafirmamos nuestro compromiso con la protección de los menores, al tiempo que vamos de la mano con los sobrevivientes camino a su sanación integral.