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Anuncian fecha de beatificación para sacerdote de Oklahoma

Catholic News Service WASHINGTON (CNS) — LA ARQUIDIÓCESIS DE LA CIUDAD de Oklahoma anunció que uno de sus hijos nativos, el padre Stanley Rother — un sacerdote estadounidense que fue asesinado brutalmente en Guatemala en 1981— será beatificado el 23 de septiembre en Oklahoma.

“¡Ya es oficial! ¡Alabado sea Jesucristo! El arzobispo Paul S. Coakley recibió esta mañana el consentimiento de Roma de que el siervo de Dios, el padre Stanley Rother, será beatificado en la ciudad de Oklahoma el próximo mes de septiembre”, anunció la arquidiócesis el 13 de marzo en su portal web.

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Fotos: Catholic News Service

En diciembre del 2016, el papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del padre Rother, convirtiéndolo en el primer nacido en Estados Unidos en ser reconocido como mártir.

El arzobispo de la ciudad de Oklahoma, monseñor Paul S. Coakley, también tuiteó la noticia sobre el sacerdote nacido cerca de Okarche, Oklahoma, en una granja familiar: “Acabo de recibir la notificación de la fecha para la beatificación del padre Stanley Rother, sacerdote, misionero y mártir de Oklahoma: ¡El 23 de septiembre!”

En una entrevista publicada el 13 de marzo por el periódico The Oklahoman, monseñor Coakley dijo que el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, estará representando al Papa en la ceremonia de beatificación en la ciudad de Oklahoma. Llevará al sacerdote un paso más cerca de la santidad. En general, después de la beatificación, se requiere un milagro atribuido a la intercesión de la persona en proceso de canonización, para que esa persona sea declarada santa.

La Arquidiócesis de la ciudad de Oklahoma envió al padre Rother a su misión en Santiago Atitlán, Guatemala, en 1968, y mientras estaba allí, ayudó a construir un pequeño hospital, una escuela y su primera estación de radio católica.

En 1981, cuando Guatemala atravesaba un conflicto que duraría varias décadas, el padre Rother, que vivía en una zona rural de indígenas a los que el gobierno acusaba de simpatizar con los rebeldes, sufrió el mismo destino que muchos de sus parroquianos y guatemaltecos nativos, y fue asesinado a tiros en la rectoría. Como muchas muertes en ese momento, sus asesinos nunca fueron identificados, ni procesados. Su cuerpo fue devuelto a los Estados Unidos.

FATHER STANLEY ROTHER“Sigue siendo un reto entender que mi hermano, una persona común como tú o como yo, podría entregarse en la plenitud de su vida a una dedicación tan completa para servir a ‘los más pobres de los pobres’ de otra cultura y otra lengua, y entregarse a sí mismo de una manera tan extraordinaria”, escribió su hermana Marita Rother, religiosa de la orden de las Adoradoras de la Sangre de Cristo, en la introducción de una biografía publicada en el 2015, por María Ruiz Scaperlanda: “El pastor que no huyó: Fr. Stanley Rother, mártir de Oklahoma”.

El arzobispo Coakley, quien escribió el prólogo del libro, dijo que “el reconocimiento de este generoso modo de vida del sacerdote parroquial y el sacrificio de ofrecer su muerte, sirven como una enorme aseveración a los sacerdotes y fieles en los Estados Unidos y en todo el mundo”. Él continuó escribiendo que: “los santos son locales, provienen de familias comunes, parroquias y comunidades como Okarche, Oklahoma, pero su impacto es universal”.

El padre Rother fue uno de los 200.000 muertos durante la guerra civil en Guatemala, un conflicto que comenzó en 1960 y terminó con acuerdos de paz en 1996. Tenía 46 años en el momento de su asesinato y murió en una comunidad rural que amaba y que lo amaba. Como su nombre era difícil de pronunciar para la comunidad guatemalteca, comenzaron a llamarlo “padre Francisco”, ya que Francis era su segundo nombre.

El arzobispo Coakley declaró al diario The Oklahoman que se espera que una delegación de Guatemala esté presente en la ceremonia de beatificación en septiembre. Antes de ser oficial, fue considerado un mártir por la iglesia en Guatemala e incluido en una lista presentada al Vaticano, de 78 mártires por la fe asesinados durante el conflicto del país.