Como de costumbre, hoy a las 9.30 de la mañana tuvo lugar la Audiencia General de los miércoles con el Papa Francisco, pero esta vez fue en el Aula Pablo VI. El Santo Padre continuó su reflexión sobre el “viaje del Evangelio” a través del mundo antiguo, tal y como lo relata el libro de los Hechos de los Apóstoles.
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El sufrimiento como sello de autenticidad del apóstol
El Pontifice presentó la figura de San Pablo, no sólo como la del “evangelizador ardiente e intrépido misionero entre los paganos,” sino también como el “testigo sufriente del Resucitado.” Refiriéndose al capitulo 21 de los Hechos de los Apóstoles, Francisco hizo un paralelismo entre Pablo, cuyo arribo a Jerusalén desencadena un odio feroz hacia él, y Jesús, para quien también Jerusalén se transformó en una ciudad hostil: “Lucas destaca la similitud entre Pablo y Jesús, ambos odiados por sus adversarios, acusados públicamente y reconocidos como inocentes por las autoridades imperiales; y así Pablo se asocia con la pasión de su Maestro, y su pasión se convierte en un evangelio vivo.”
No negociar la fe
En una actualización del mensaje, el Papa, habló del ejemplo del pueblo de Ucrania que, aunque perseguido por su fe, supo mantenerse firme en la fidelidad. Además se refirió a las nuevas persecuciones: “Hoy en el mundo, en Europa, muchos cristianos son perseguidos y dan su vida por su fe, o son perseguidos con guantes blancos, es decir, dejados de lado, marginados… El martirio es el aire de la vida de un cristiano, de una comunidad cristiana. Siempre habrá mártires entre nosotros: esta es la señal de que vamos por el camino de Jesús.”
Ser apasionados en el testimonio
Finalmente el Santo Padre resaltó cómo el testimonio apasionado de Pablo conmueve el corazón del Rey Agripa, puesto que su fe, dicho con las palabras de Benedicto XVI, no era “una teoría, una opinión sobre Dios y el mundo”, sino “el impacto del amor de Dios en su corazón, […] el amor a Jesucristo.” “Así, las cadenas que son ciertamente una prueba humillante para el Apóstol, se pueden leer con los ojos de la fe. De este modo Pablo nos enseña la perseverancia en la prueba y la capacidad de leer todo con los ojos de la fe.”