En medio del furor de las primarias neoyorkinas y horas después del encendido debate con Hillary Clinton en el corazón de Brooklyn, el senador Bernie Sanders cautivó la atención mundial con su visita relámpago al Vaticano.
Tal parece que el aspirante presidencial demócrata no pudo pasar por alto la inigualable oportunidad de reunirse con el papa Francisco y además presentar su plataforma presidencial en el foro internacional del simposio de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Allí hizo un llamado a la acción global ante la desigualdad “inmoral e insostenible” en la distribución de las riquezas del mundo.
Sanders fue foco de atención en la conferencia celebrada en conmemoración de la encíclica del papa Juan Pablo II Centesimus Annus, y a la que también asistieron los presidentes de Ecuador y Bolivia, Rafael Correa y Evo Morales, respectivamente. Sanders abogó por “redefinir los valores del sistema económico actual, que son inmorales e insostenibles”.
Ante cientos de sacerdotes, obispos, académicos y los dos presidentes latinoamericanos, Sanders dijo que en lugar de una economía mundial que busca el bien común, “nos han dejado una economía operada por el 1% más acaudalado, que se enriquece más y más mientras que la clase trabajadora, los jóvenes y los pobres se rezagan cada vez más”.
Sanders citó en varias ocasiones a los papas Francisco y Juan Pablo II en la conferencia en la Santa Sede que celebraba la conmemoración del 25to aniversario de la encíclica de Juan Pablo II sobre justicia económica y social tras la Guerra Fría.
Pero lo más significativo para Sanders fueron los cinco minutos que compartió con el papa Francisco en su residencia del Vaticano. “Hoy ha sido el mejor día de mi viaje” a la Ciudad del Vaticano, dijo Sanders en el programa noticioso NBC News, sobre el encuentro con Su Santidad.
“Le transmití mi gran admiración por el extraordinario trabajo que está haciendo en todo el mundo, al pedir que la moralidad forme parte de nuestra economía”, dijo Sanders a los periodistas en el avión de vuelta a Nueva York, según el New York Times. Sanders recalcó estar acorde a los principios de la encíclica que el Pontífice publicó el año pasado, en la que pedía acción más contundente contra el cambio climático. “Como miembro del Comité del Senado sobre el medioambiente, esa encíclica ha tenido un papel muy importante a la hora de cambiar muchas conciencias sobre la realidad del cambio climático y la necesidad de actuar decisivamente para afrontarla”.
Anteriormente, el senador había expresado su admiración por las francas declaraciones del papa Francisco sobre la desigualdad y falta de justicia social. “El imperativo moral que [Francisco] lleva a esta discusión es absolutamente extraordinario y definitivamente lo que necesita el mundo”, dijo en una entrevista telefónica con Prensa Asociada, añadiendo que “sobre asuntos económicos, de pobreza e inequidad de ingresos y riqueza, el asunto de asegurarnos de que respondemos a las necesidades de los más pobres del planeta, son cosas en las que el Papa y yo básicamente coincidimos”.
Pero los críticos de Sanders tildaron su visita al Vaticano como una estrategia política para ganar votos católicos. A cuatro días de las primarias de Nueva York, hablar en el Vaticano le permitió llamar la atención de una mayor cantidad de votantes católicos en el estado. “No tratamos de politizar al Papa”, dijo Sanders ante las preguntas de la prensa, “admiro su espíritu y valor y el hecho de que, si puedo decirlo aquí, sus palabras han ido mucho más allá de la Iglesia Católica”.
Mientras Sanders hablaba en el Vaticano, Clinton estaba en California recaudando fondos para su campaña, en un evento exclusivo en el hogar del actor George Clooney y su esposa Amal, en el que los asistentes pagaron cientos de miles de dólares por el honor de cenar con la famosa pareja y la candidata.
Sanders no ganó en Nueva York. Su rival Hillary Clinton conquistó la mayoría de votos a la par del candidato Donald Trump, quien obtuvo una impresionante mayoría del sufragio republicano.
En la mira, California.