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Biden eleva límite de refugiados, pero con advertencia

WASHINGTON (CNS) — Aunque el presidente Joe Biden anunció el 3 de mayo que estaba elevando el límite históricamente bajo de 15,000 refugiados, establecido por la administración Trump, también advirtió que su administración podría no ser capaz de satisfacer la nueva cantidad de refugiados que está tratando de establecer en lo que queda del año fiscal: 62,500.

El presidente expresó en un comunicado que, si bien el límite establecido por Trump no reflejaba los valores del país “como una nación que da la bienvenida y apoya a los refugiados”, podría ser difícil para su administración cumplir con la nueva meta.

“La triste verdad es que no lograremos 62,500 admisiones este año. Estamos trabajando rápidamente para reparar el daño de los últimos cuatro años. Llevará algún tiempo, pero ese trabajo ya está en marcha”, manifestó en el comunicado. “Hemos reabierto el programa a nuevos refugiados y, al cambiar las asignaciones regionales el mes pasado, ya hemos aumentado el número de refugiados listos para partir a Estados Unidos”.

El anuncio tenía como objetivo enviar una señal, enfatizó: “eliminar cualquier duda que persista en las mentes de los refugiados de todo el mundo que han sufrido tanto y que esperan ansiosamente el comienzo de sus nuevas vidas”.

En noviembre, Biden señaló, durante un evento virtual del Servicio Jesuita a Refugiados, que se dirigiría en una dirección dramáticamente diferente a la administración anterior en cuanto a admisiones de refugiados, y que elevaría el limite máximo a 125,000 al asumir el cargo de presidente.

Sin embargo, eso resultó ser un objetivo difícil, dado el desmantelamiento del programa bajo la administración de Trump.

Horas después de asumir el cargo en enero de 2017, la administración Trump anunció que recortaría el límite de 110,000 refugiados, permitido bajo la administración de Barack Obama, a 50,000. La administración Trump bajó consistentemente el número cada año fiscal, hasta que alcanzó el mínimo histórico el año pasado. En abril, Biden comenzó a enfrentar duras críticas de los defensores de los refugiados porque no estaba aumentando el número establecido por Trump.

La declaración de Biden del 3 de mayo decía que, si bien trataría de respetar la cifra original que prometió, eso también estaba demostrando ser un desafío.

“El presupuesto que he presentado al Congreso también refleja mi compromiso con la meta de 125,000 admisiones de refugiados en el primer año fiscal de mi presidencia. Esa meta será aún mas difícil de alcanzar”, sostuvo el presidente.

“Puede que no lo logremos este año. Sin embargo, usaremos todas las herramientas disponibles para ayudar a estos refugiados totalmente verificados que huyen de condiciones horribles en sus países de origen. Esto reafirmará el liderazgo y los valores estadounidenses con respeto a la admisión de refugiados”, añadió Biden.

El Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos dijo el 4 de mayo que acogía con agrado la noticia.

Mons. Mario E. Dorsonville, obispo auxiliar de Washington y presidente del comité, dijo que la noticia llega durante un momento particularmente difícil para las personas en movimiento, con más de 26 millones de refugiados en todo el mundo y más de 47 millones de personas desplazadas internamente.

“Como nación de inmigrantes, tenemos la obligación moral de ayudar a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo que lo necesitan. El límite de admisión de refugiados actualizado es un paso en la dirección correcta para ayudar a quienes más lo necesitan”, expresó el obispo Dorsonville.

El obispo dijo que estaba satisfecho con la decisión anterior de la administración de restablecer el marco de asignación regional, pero este aumento fue un paso crucial hacia la reconstrucción del paralizado Programa de Admisión de Refugiados. “Vemos este número como un paso hacia la meta declarada de la administración de 125,000 admisiones, una cifra más consistente con nuestros valores y capacidades como nación”, agregó.

El obispo también dijo que Estados Unidos había sido durante mucho tiempo un líder en el reasentamiento de refugiados y que mientras el mundo se encuentra “en medio de la mayor crisis de desplazamiento forzado de nuestra vida”, era importante garantizar la seguridad de quienes enfrentan condiciones peligrosas.

“La Iglesia Católica enseña que toda persona fue creada a imagen de Dios y debe ser valorada, protegida, y respetada por la dignidad inherente que posee. Es más importante ahora que nunca que nuestro país continúe liderando mientras abordamos esta emergencia humanitaria”, dijo.