La vida es un camino y una sucesión de encuentros. Algunos nos marcan para siempre, pues sentimos que algo cambió en nuestra manera de pensar y actuar después de esa experiencia. El título de este artículo sugiere un camino hacia algo que ya sucedió cuatro veces antes, pero que quizás no vivimos como experiencia personal. ¡Ahora podremos!
El Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina, convocado y animado por nuestros obispos, es un gran evento nacional hispano que se celebrará en Texas, en el 2018, y que tendrá como protagonistas a nosotros, los hispanos en los Estados Unidos.
Para llegar allá hay todo un camino que estamos invitados a recorrer juntos. Se nos invita a ser voz, a dar nuestras opiniones, a expresar lo que pensamos y sentimos. En otras palabras, se nos invita no solamente a ser simples invitados a un gran evento nacional, sino a ser parte del proceso. Y es esto precisamente lo que es el V Encuentro: un proceso de pequeños encuentros parroquiales, diocesanos y regionales en los que hablaremos de quienes somos, de nuestra presencia en este gran país al que Dios nos ha traído, de nuestros aportes, logros y necesidades.
“Los católicos hispanos son una bendición de Dios y una presencia profética que ha convertido a muchas diócesis y parroquias en unas comunidades de fe más acogedoras, vibrantes, y evangelizadoras. Nosotros, los obispos, consideramos al ministerio hispano como parte integral de la vida y la misión de la Iglesia.” Estas son palabras de la Conferencia Estadounidense
de Obispos Católicos. Ellos nos invitan a que tomemos parte activa en este proceso, a que les dejemos saber qué está pasando en nuestras familias, en nuestras parroquias, en nuestras diócesis. De esa forma, ellos podrán escribir un documento y un plan pastoral adecuados y efectivos.
Los estudios dicen que los hispanos constituimos el 60% de todos los católicos en los Estados Unidos. Sin embargo, el porcentaje de los que hacemos presencia en nuestras Iglesias es mucho menor. Este es uno de los temas en el que ya debemos empezar a pensar y dialogar. Llegar a cada comunidad inmigrante, a cada segunda y tercera generación de hispanos es una meta que será parte de nuestro proceso de diálogos de reflexión.
Para los que estamos participando en el programa diocesano Levántate, el proceso preparatorio del Encuentro se hará con los mismos equipos, alternando los dos programas, pues los dos van de la mano. Los dos buscan en esencia la misma finalidad que es formar discípulos misioneros.
La espiritualidad del Encuentro está enraizada en Lucas 24: es buscar a otros para que tengan un encuentro con Jesús y caminen junto con Él como los discípulos de Emaús. Levántate busca lo mismo: llevar otros a Jesús para que sean sus discípulos y a su vez se conviertan en misioneros. Los que no están participando del programa Levántate también serán invitados a participar del proceso del Encuentro.
Recitemos desde ya la Oración del V Encuentro: “Dios misericordioso, Tú que saliste al encuentro de los discípulos de Emaús, concédenos un espíritu misionero para salir al encuentro de nuestros hermanos y hermanas, unirnos a su caminar cotidiano, escuchar sus tristezas y alegrías, encender sus corazones con el fuego de tu Palabra, prepararlos a reconocerte en la Eucaristía y enviarlos como discípulos misioneros a compartir la alegría del Evangelio a generaciones presentes y futuras de toda raza, lengua y cultura. Te lo pedimos desde nuestros corazones ardientes en el Espíritu Santo, en nombre de tu Hijo amado y por la intercesión de nuestra Madre María de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización. Amén”.
“Éste es un momento histórico” para el mundo hispano de los Estados Unidos, nos ha discho monseñor Octavio Cisneros.
“Éste es un momento de gracia”, nos lo repite constantemente el diácono Jorge González. No dejemos que este momento histórico lleno de la gracia de Dios pase desapercibido. Tomemos parte activa en él.
Para más información vaya a la página: Vencuentro.org