CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. La oficina del procurador chileno ha convocado al cardenal Ricardo Ezzati de Santiago a testificar sobre con su rol en el presunto encubrimiento de abuso sexual por miembros del clero.
El cardenal Ezzati dijo en un comunicado emitido por la Arquidiócesis de Santiago el 24 de julio que está comprometido con la “búsqueda de la verdad” de las víctimas y negó cualquier ofensa.
“Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la justicia y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos”, él dijo.
La arquidiócesis confirmó que el cardenal Ezzati está citado para testificar el 21 de agosto.
Se piensa que la orden de citación está relacionada con el caso del padre Óscar Muñoz Toledo, excanciller de la Arquidiócesis de Santiago que fue arrestado el 12 de julio después de acusaciones de que el abusó de siete menores de edad en Santiago y Rancagua desde 2002.
El procurador de Rancagua, Emiliano Arias, acompañado por la policía realizó dos operaciones de allanamiento e incautación en las oficinas arquidiocesanas relacionadas con las acusaciones contra padre Muñoz y varias otras investigaciones pendientes.
Hablando con periodistas el 12 de julio después de la segunda redada, Arias confirmó que su oficina estaba investigando un presunto círculo de abuso sexual en Rancagua y posibles encubrimientos de casos de abuso por altos miembros del clero, incluyendo al cardenal Ezzati y su predecesor, el cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Durante el primer allanamiento, que sucedió el 13 de junio, la policía entró a las oficinas judiciales de la Arquidiócesis de Santiago y a las oficinas del obispo jubilado Alejandro Goic Karmelic de Rancagua.
El obispo Goic, quien sirvió como presidente de la comisión de los obispos chilenos para la prevención del abuso, fue obligado a suspender a 14 de los 68 sacerdotes de la diócesis a mediados de mayo cuando un informe investigativo de un canal de televisión chileno reveló la existencia de un círculo de abuso sexual compuesto por sacerdotes.
La noticia de la citación del obispo Ezzati se dio a conocer tras la publicación de una carta de 2013 escrita por el obispo Goic y dirigida al cardenal, la cual fue incautada durante el allanamiento del 13 de junio y publicada el 22 de julio por el periódico chileno El Mercurio.
El obispo Goic cuestionaba en su carta el compromiso del cardenal con las víctimas del abuso sexual, incluyendo las víctimas del sacerdote chileno Fernando Karadima, quien en 2011 fue encontrado culpable de abuso sexual y sentenciado por el Vaticano a una vida de oración y penitencia.
“A veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, que no compartes los criterios de la Comisión Nacional” respecto a los escándalos de abuso sexual, él escribió.
“A su vez, miembros de la comisión manifiestan su disconformidad frente a algunas situaciones que te han tocado asumir. A mí no me ha sido fácil. Mantener la comunión contigo y respetar y escuchar los juicios críticos de los integrantes requiere un equilibrio complejo”, escribió el obispo Goic.
Él también reprendió al cardinal Ezzati por no continuar reuniéndose con las personas que fueron abusadas por del padre Karadima, diciendo que aunque algunos fueron severos con la iglesia en su crítica del manejo de la crisis del abuso, y dijo que “nada de aquello les quita la condición de víctimas heridas y dañadas”.
“La impresión que he oído de colaboradores tuyos en Santiago, también en la CECH (Conferencia Episcopal de Chile), es que no escuchas con la disposición del corazón de tratar de entender la proposición de los otros, que te reservas, a veces, asuntos delicados sin compartirlos colegialmente. Algo de eso he experimentado personalmente”, escribió el obispo Goic.
Carteles que llaman a la salida de los obispos en la catedral de Santiago, mientras Ricardo Ezzati oficia misa. @CNNChile pic.twitter.com/APzDX0j8oa
— Josefina Salazar (@jossalazare) July 26, 2018
En un comunicado del 23 de julio, el obispo Goic criticó la publicación de “documentos privados que fueron entregados a la justicia bajo reserva y confidencialidad que una investigación judicial en desarrollo”.
Él también dijo que ese documento que fue publicado era “un texto borrador de una carta privada que preparé para el señor arzobispo de Santiago en su momento”.
“Nunca hice entrega ni envié ese documento a su destinatario porque después tuve la oportunidad de hablar directamente con él sobre su contenido”, dijo el obispo.