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Caridades Católicas de Brooklyn y Queens moviliza despensas de alimentos ante la suspensión de los beneficios SNAP

*Por Paula Katinas

DOWNTOWN BROOKLYN — Catholic Charities Brooklyn and Queens (CCBQ) ha lanzado una respuesta de emergencia para asistir a las personas afectadas por el cierre del gobierno federal.

La organización anunció el 31 de octubre que cualquier persona necesitada puede acceder a alimentos, apoyo en salud mental y servicios de asistencia social a través de su red de programas y despensas.

Estos servicios están disponibles para quienes se vean perjudicados por el cese temporal de actividades gubernamentales, la pérdida de los beneficios SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria) u otras dificultades similares, informaron los representantes de CCBQ.

“Ninguna familia debería tener que elegir entre pagar el alquiler y poner comida en la mesa”, afirmó Mons. Alfred LoPinto, presidente y director ejecutivo de CCBQ. “Hemos movilizado toda nuestra red de despensas de alimentos y servicios sociales para garantizar que cualquier persona que esté pasando dificultades durante el cierre reciba apoyo de emergencia de inmediato.”

Según CCBQ, los siguientes servicios de emergencia ya están disponibles para las personas afectadas por el cierre:

  • Todas las 60 despensas de alimentos en Brooklyn y Queens están abiertas al público, sin necesidad de cita previa. Se puede localizar la más cercana en www.ccbq.org/service/food-pantry-network.

  • Asistentes sociales y coordinadores de beneficios ayudan a las familias a acceder a fondos de emergencia.

  • Subvenciones de emergencia se otorgan caso por caso para quienes necesiten asistencia.

  • Para información o derivaciones, llame al 718-722-6001.

  • Quienes necesiten apoyo en salud mental pueden contactar el centro de llamadas de CCBQ para ser conectados con las clínicas psicológicas de la organización.

De enero a septiembre de este año, las despensas de CCBQ atendieron a más de 450.000 personas y distribuyeron más de cuatro millones de comidas en Brooklyn y Queens.

“Nuestras despensas ya atienden a miles de personas cada semana, y hemos añadido más comidas y servicios a nuestras operaciones”, explicó Debbie Hampson, directora sénior de Servicios Comunitarios y de Alcance Móvil. “Tenemos la infraestructura y el compromiso necesarios para garantizar que nadie en nuestra comunidad pase hambre.”

Cualquier persona que esté enfrentando dificultades debido al cierre del gobierno puede acudir a cualquiera de las 60 despensas de alimentos de CCBQ. En el sitio web www.ccbq.org se encuentra la lista completa de servicios, horarios y ubicaciones.
Se requiere una identificación con foto para recibir ayuda alimentaria inmediata. Pueden aplicarse restricciones y requisitos de elegibilidad para quienes soliciten asistencia financiera.

A través del mismo sitio, los miembros de la comunidad también pueden colaborar donando alimentos, contribuyendo económicamente o trabajando como voluntarios, señalaron las autoridades de CCBQ.

Los fondos federales destinados a SNAP expiraron el 1.º de noviembre debido al cierre del gobierno, iniciado el 1.º de octubre. Sin embargo, el 31 de octubre dos jueces federales —uno en Boston y otro en Providence— ordenaron a la administración Trump utilizar fondos de emergencia para mantener operativo el programa. Uno de los magistrados determinó que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) debía distribuir esos fondos “de manera oportuna, o tan pronto como sea posible.”

En un escrito del 3 de noviembre, los abogados del USDA aseguraron que “cumplirán su obligación de utilizar la totalidad de los fondos de contingencia del SNAP hoy mismo.”

La administración indicó que no apelará esas decisiones judiciales, pero también anunció que solo emitirá pagos parciales en noviembre.

En previsión de la falta de fondos para SNAP, la gobernadora Kathy Hochul declaró el estado de emergencia el 30 de octubre y anunció que el estado de Nueva York destinaría 65 millones de dólares adicionales a programas alimentarios.

Hochul advirtió que la pérdida del financiamiento de SNAP estaba dejando al estado ante “una crisis de salud pública sin precedentes”, que también estaba “perjudicando a nuestros supermercados, bodegas y agricultores”.

“No me quedaré de brazos cruzados mientras las familias luchan por poner comida en la mesa”, afirmó la gobernadora, en referencia a los casi tres millones de neoyorquinos que dependen de los beneficios SNAP, según su oficina.