A FINALES DE SEPTIEMBRE de 2016 el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció la visita del papa Francisco al país. Las reacciones de los colombianos, dentro y fuera del país, no se hicieron esperar.
La Conferencia Episcopal de Colombia, que avanzaba en la logística que requiere un evento de esta magnitud, invitó a los colombianos a unirse con alegría para prepararse a recibir al pastor universal de la Iglesia Católica.
Aunque la gran mayoría celebró la noticia, algunos detractores afirmaban sentirse inconformes no con la visita en sí, sino por el respaldo al Acuerdo de Paz que para ellos había dado demasiadas concesiones a la guerrilla de las FARC que al final terminarían sin pagar por sus crímenes. Otros sectores de la población manifestaban molestia ante los recursos económicos que destinaría el país para ello y cómo éstos serían costeados.
La visita del Papa se lleva a cabo en medio de una tensión nacional y un debate entre los que respaldan el Proceso de Paz y los que no están de acuerdo con la forma como el gobierno nacional lo manejó. En algo sí están todos de acuerdo: quieren la paz.
Monseñor Fabio Suescún Mutis, Director Ejecutivo de la Visita Apostólica a Colombia, ha dicho en repetidas ocasiones que “el Santo Padre, es un misionero para la reconciliación. Su presencia nos ayudará a descubrir que sí es posible volver a unirnos como nación, mirándonos de nuevo con ojos de esperanza y misericordia”.
Las voces sobre la visita apostólica desde Nueva York
DIÁCONO GUILLERMO DARÍO GÓMEZ Coordinador del Apostolado Colombiano y diácono de la parroquia San Gerardo Mayela, en Queens
“Yo he tenido la oportunidad de hablar con varias personas en Colombia y la gente del pueblo está muy a favor, tanto que la canción de la visita se llama “Demos el primer paso”, que nos habla de eso. Lo que el Papa quiere es que demos el primer paso a la reconciliación, al perdón”.
“En ese sentido va a ser muy beneficiosa para Colombia. Primero la visita de un Papa trae muchas bendiciones pero especialmente en esta circunstancia para pedir por la paz, para tratar de que la gente deje los prejuicios y haya un ambiente más propicio para la reconciliación y el perdón. No hay un solo colombiano que no quiera la paz. Pero el proceso tiene sus fallas y el temor radica en darle mucho a las FARC y que cumplan con sus compromisos, sin embargo hay que confiar, hay que desprenderse de esos prejuicios, confiar en la Misericordia y el Amor de Dios y el Papa va a Colombia a llevarnos ese mensaje”.
PADRE CARLOS QUIJANO, SJ Párroco de Santísimo Sacramento en Jackson Heights, Queens
“La comunidad colombiana está muy alegre con la visita del Papa, hay voces de alegría y esperanza, pero también hay voces que critican cómo se ha desarrollado el Acuerdo de Paz, pero en general yo creo que hay mucha alegría porque yo creo que cuando va el Papa a nuestros países —como cuando visitó Ecuador, cuando visitó Bolivia— hay una alegría y también una nostalgia de querer estar allá físicamente”.
“Los colombianos seguramente quisieran estar todos juntos en Colombia para ser partícipes, pero es imposible dadas sus obligaciones y la realidad del trabajo. La misa anual de la Virgen de Chiquinquirá, que este año se celebró en la iglesia Santa Juana de Arco, estuvo mucho más concurrida precisamente por la coyuntura de la visita del Papa Francisco a Colombia”.