Una vez más reflexionemos sobre “Resucitación frente a la Resurrección”. Es justo en esta época del año.
Desconectarnos de todo el ruido, como las cosas que nos gustaría hacer, puede ser fácil. Pero si somos honestos, es difícil desconectarnos de la máquina que nos “sostiene” y que supuestamente nos “mantiene vivos”. Es una ilusión ya que no puede ni sostenernos o mantenernos vivos. Puede como mucho darnos el placer momentáneo, pero no es capaz de mantenernos así para siempre. ¿Cómo puede algo que es temporal tener la capacidad de darnos eterno placer y eternidad? ¡Imposible!
Dios quiere que tiremos del enchufe y así desconectarnos de todo lo artificial, ¡sé que puede ser muy difícil! Preferimos mantenernos así aunque sea Conéctate a tu Resurrección artificialmente, pero Dios quiere mucho más para nosotros, para ti. Necesitamos desesperadamente entender y aceptar que es necesario que exista la muerte a fin de experimentar la resurrección. Estamos tan ocupados tratando de vivir que no pensamos en la muerte, es más, corremos de ese tipo de conversación. ¿Quieres ser el alma de la fiesta? Empieza a hablar acerca de la muerte.
Si has perdido a un ser querido, sabes lo doloroso que la muerte puede ser, pero es exactamente en ese momento que se nos recuerda nuestro destino. Todos vamos a morir, así que la forma de morir realmente importa, no sólo la forma en que vivimos.
En este caminar de la Cuaresma, Dios, a través de Su Palabra, nos está desafiando de maneras que pueden hacernos sentir incómodos, incluso en formas que tal vez nos llevan a cuestionarnos a nosotros mismos nuestras intenciones y motivos. Estos tiempos de malestar son tiempos de gracia que Dios ha ordenado para nuestro encuentro con Él.
Dios constantemente nos llama fuera de nuestra zona de confort, gentilmente nos está llevando por el desierto pero Él camina con nosotros. Él está allí. Él no nos invita a caminar y luego se va. Él no lo haría.
La muerte que fue llamada a morir es una muerte que ya no podemos morir. Así que relájate. ¡Respira! Jesús ha hecho la muerte física para que podamos tener acceso a la vida eterna. La vida sin fecha de caducidad. La vida eterna está en el cielo con Él.
Recientemente, perdí a mi hermano mayor. Él en realidad murió en mis brazos y yo he estado orando, buscando a Dios n el medio de todo esto. Esta mañana, Él me dijo: “David, yo no podía resucitarlo porque quiero algo más grande y mejor, que es la Resurrección”. En esos desesperantes momentos, tuve que darle compresiones de pecho a mi hermano tratando de traerlo de vuelta, pero no funcionó. Dios, en cambio, lo hace y lo hizo. Él es fiel. ¡Es todo acerca a la Resurrección!
¡Desconéctate de la forma artificial! La única manera de experimentar la resurrección es resistirse a la tentación de preferir la reanimación en lugar de ser resucitado. ¡Ya casi llegamos! ¡No te rindas! Esta temporada y nuestras vidas terminan en la Resurrección gloriosa. ¡Créelo!