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Cumbre del Vaticano sobre abuso tiene metas claves y realistas

CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz/CNS)—. Mucho ojos y oídos se dirigirán en la dirección del Vaticano del 21 al 24 de febrero, cuando se llevará a cabo una reunión sin precedentes para debatir el tema de la protección de menores en la Iglesia Católica.

Cuando el papa Francisco anunció la reunión internacional en septiembre, la misma generó un toque de optimismo de que el problema global del abuso finalmente sería encarado con un esfuerzo concertado, coordinado y global.

El arzobispo Charles J. Scicluna de Malta y el cardenal Blase J. Cupich de Chicago, miembros del comité organizador de la reunión del Vaticano. También se ve a Alessandro Gisotti, portavoz interino del Vaticano. (CNS / Paul Haring)

El alcance de las potenciales repercusiones parecía reflejarse en la lista de los convocados a la reunión: los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo, los líderes de las iglesias católicas orientales, representantes de los grupos de liderazgo de las órdenes religiosas de hombres y mujeres y los jefes de las principales oficinas del Vaticano.

Pero el papa trató de calmar lo que vio como “exageradas expectativas” sobre la reunión, diciéndoles a reporteros en enero que “el problema del abuso continuará. Es un problema humano” que existe en todas partes.

Además, muchas víctimas y expertos han advertido que es poco realista asumir que una reunión breve de este tipo podría ofrecer una cura milagrosa para el abuso y su encubrimiento.

Así que, ¿qué debería esperar la gente de esta reunión de cuatro días? A continuación, los cinco puntos más destacados al respecto:

1. Será la primera y principal reunión para crear conciencia, incluso de que el escándalo de abuso sexual no es un problema del “occidente” sino que sucede en todos los países.

Para aclarar ese punto, el comité organizador le pidió a cada obispo participante que se reúna con una víctima de abuso antes de llegar a Roma y escuche ese “Yo también” de una persona de su propio país, cultura e idioma.

El padre jesuita Federico Lombardi, moderador de la reunión del Vaticano del 21 al 24 de febrero sobre la protección de los menores en la iglesia, habla en una conferencia de prensa para ver la reunión en el Vaticano el 18 de febrero de 2019. (CNS/ Paul Haring)

El padre jesuita Federico Lombardi, quien ha de moderar el encuentro, dijo que habrá entre 160 a 180 participantes.

Les informó a reporteros el 12 de febrero que se espera a los presidentes de aproximadamente 115 conferencias episcopales, 12 líderes de iglesias orientales, prefectos de las congregaciones del Vaticano directamente involucrados con las normas vaticanas sobre abuso y negligencia, ocho delegados de la Unión de Superiores Generales de congregaciones religiosas masculinas, 10 delegadas de la Unión Internacional de Superioras Generales de Congregaciones Religiosas, tres miembros del Consejo de Cardenales del papa que no presiden su conferencia episcopal y cuatro miembros del comité organizador. Se espera que todos los invitados aprendan cuáles son sus responsabilidades como líder u obispo y conozcan las leyes y procedimientos de la iglesia que ya existen para proteger a la juventud.

2. Los organizadores esperan que al escuchar a las víctimas y a los líderes que han aprendido del modo más difícil, los participantes sean inspirados a adoptar una cultura de fiscalización y transparencia.

El padre jesuita Hans Zollner, profesor de psicología y presidente del Centro para la Protección de la Infancia en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, dirige una reunión informativa para periodistas en Roma, el 12 de febrero de 2019. La sesión informativa era para prepararse para una reunión en el Vaticano de 21 al 24 de febrero sobre la protección de los menores en la iglesia. El padre Zollner está en el comité organizador de la reunión. (CNS/Paul Haring)

Escuchar como el abuso y la negligencia han afectado a la gente tiene el poder de transformar a los oyentes y “abrir verdaderamente la mente y el corazón”, dijo el padre jesuita Hans Zollner el 12 de febrero a reporteros.

Solo para asegurarse de que esas voces sean escuchadas, la reunión también presentará testimonios de víctimas de países donde la realidad del abuso es aún ampliamente ignorada— dijo el sacerdote, un experto en este tema de abuso que integra el comité organizador del encuentro.

Explicó que la palabra “fiscalización” ni siquiera existe en muchos idiomas, lo cual comúnmente implica que la cultura puede carecer de un claro o coherente entendimiento de este concepto clave. Por esa razón, la cumbre dedicará una jornada a debatir la fiscalización y cuales ” estructuras, procedimientos y métodos son efectivos” y viables en la Iglesia Católica— dijo.

Los líderes de la iglesia deben saber lo que son las normas, dijo Zollner, pero la reunión también enfatizará que los procedimientos en sí mismos “no resolverán mágicamente el problema”. Por ejemplo, dijo, la Carta de Dallas para la protección de menores en 2002 fue “una fuente de decepciones” para los católicos de Estados Unidos porque no solucionó nada.

De hecho, el encuentro no implica la elaboración de ningún documento, sino impulsar a las personas a tomar los pasos necesarios hacia una mayor transparencia y fiscalización, dijo el padre Lombardi.

Esos pasos ya se han explicado, dijo, en el documento del 2016 del papa Francisco, sobre la fiscalización de los obispos y superiores religiosos.

“Debe ser puesto en práctica de manera efectiva”, dijo, agregando que él está “convencido y firmemente esperanzado en que esta reunión generará un impulso en esa dirección”.

3. Habrá un tipo de “asamblea paralela” cuando un gran número de víctimas y grupos de activistas converjan en Roma para pedir una mayor fiscalización, acción y reforma.

Se ha planificado una variedad de actividades, incluyendo una “Vigilia por la Justicia” cerca del Vaticano y una “Marcha por la Cero Tolerancia” en la Plaza de san Pedro, pero el enfoque principal será la difusión por los medios de comunicación para lograr que la voz y las recomendaciones de los laicos y las víctimas —muchos que no han sido oídos durante años— sean escuchadas.

4. El papa Francisco estará presente durante toda la reunión, la cual incluye sesiones plenarias, grupos de trabajo, oración, liturgia penitencial y Misa de clausura.

En cartas a los obispos de Chile y Estados Unidos, el pontífice ha dejado en claro lo que considera que la iglesia necesita hacer para responder a la crisis de los abusos sexuales.

Soluciones administrativas que abarquen nuevas políticas y normas, no es suficiente— dijo.

Agregó que el abuso por parte de los obispos de Chile y posterior encubrimiento, “son indicadores de que algo está mal en el cuerpo de la iglesia”.

Por lo tanto, ellos no deben solamente “resolver los casos concretos”, sino también “descubrir las dinámicas que hicieron posible que tales actitudes y maldades ocurrieran”.

El padre jesuita Hans Zollner y el arzobispo Charles J. Scicluna de Malta. (CNS/ Paul Haring)

Esas actitudes son impulsadas por la tentación de “salvarnos nosotros mismos, salvar nuestra reputación”, les dijo a los obispos chilenos.

En su carta a los obispos estadounidenses, el papa alertó contra la tendencia a hacerse la víctima, sermonear, desacreditar, menospreciar a los demás y acusar.

5. Se espera que la reunión sea un paso crucial en un muy largo trayecto que empezó hace décadas y debe continuar.

Después de la reunión se tomarán medidas adicionales, según ha dicho el padre Zollner. Por ejemplo: un grupo especial integrado por expertos en protección infantil “probablemente será establecido en varios continentes” para ayudar a los obispos a crear, fortalecer e implementar las directrices.

Los diversos equipos del grupo especial deben estar en condiciones de ayudar “durante años para llegar a medir el éxito de este ejercicio de darse cuenta la propia responsabilidad de uno, incluso a nivel global, frente a las expectativas del público”, dijo en enero al periódico del Vaticano.

Aunque la iglesia conoce muy bien los problemas más grandes relacionados al abuso de poder, de consciencia, y abuso y violencia contra seminaristas, religiosas y otros adultos, la reunión se enfocará exclusivamente en proteger a los menores de abuso— dijeron los padres Zollner y Lombardi.

La idea es que la actitud y el espíritu necesarios para proteger a los miembros más vulnerables de la iglesia, son los mismos que protegerán y promoverán el respeto por la integridad y dignidad de todos. De hecho, el padre Lombardi dijo que ve todo esto “como una prueba de la profundidad de la reforma” de la iglesia a la que llama el papa Francisco.

En otras palabras, el pontífice quiere que la gente “examine cómo vivimos nuestra misión, con qué coherencia, y cómo podemos transformar nuestras actitudes, tanto en relación a nuestra atención y compasión por aquellos que sufren, así como nuestro coherente testimonio de la dignidad de los niños, mujeres, entre otros”.