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ALBANY, Nueva York—. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo este pasado 17 de junio que no firmaría un proyecto de ley para legalizar la prostitución, congelando momentáneamente los esfuerzos de los legisladores para aprobar el proyecto de ley durante esta sesión legislativa, que terminó el 19 de junio.
Los legisladores estatales presentaron el proyecto de ley la semana pasada, después de un largo esfuerzo de los demócratas de Nueva York que forman parte de una creciente campaña nacional para promulgar leyes que protejan a los trabajadores en la industria del sexo. El proyecto de ley eliminaría los castigos para las personas que compran, venden y promueven el sexo. Hasta el momento cualquier infracción relacionada con la prostitución es considerada un delito menor en el estado.
“No he leído el proyecto de ley y no creo que en esta etapa de la sesión, haya tiempo suficiente para pasar ese proyecto, informarse sobre el tema y tener una conversación razonable”, dijo Cuomo a la radio WAMC refiriéndose a la medida, que fue presentada por el asambleísta estatal Richard Gottfried (D-Manhattan) y la senadora estatal Jessica Ramos (D-Queens), según el New York Post.
“Eso caerá en uno de esos temas controvertidos: armas, salud reproductiva, etc. No creo que los legisladores puedan llegara a una decisión con 48 horas de anticipación”, dijo Cuomo.
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Consultada sobre este controversial proyecto de ley, la hermana Joan S. Dawber, S.C., directora ejecutiva y fundadora de Lifeway Network, una organización contra el tráfico de personas, dijo que el proyecto de ley legalizaría la “industria del sexo en general; no solo prostitutas, sino también proxenetas, dueños de burdeles, una industria de un billón de dólares”. Agregó que es importante cambiar la forma en que se habla de “trabajo sexual ” para despenalizar a las víctimas de esta industria y llamar a contar a los responsables.
“No hablo de prostitutas, hablo de mujeres que ejercen la prostitución. La violencia ocupa una gran parte de la vida de sus vidas”, dijo.
Según la Hna. Joan, el 90 por ciento de las personas que ejercen la prostitución en los Estados Unidos son víctimas de la trata, para las que este “trabajo” no fue una elección personal. Ella dice que es necesario tener un debate más amplio sobre la erradicación de la trata de personas, no solo en el estado de Nueva York sino en toda la nación y la Iglesia.
“El proyecto de ley de legalización de la prostitución es quizás el ejemplo más claro hasta ahora de una perturbadora tendencia que deshumaniza a la mujer entre algunas personas en el extremo espectro de la izquierda política de Nueva York. Si se aprobara, obviamente, solo lograría cosificar a las mujeres y convertir sus cuerpos en objetos para ser explotados por el placer de los hombres”, reflexiona Dennis Poust, portavoz de la Conferencia Católica del Estado de Nueva York. “Creemos absolutamente que la mayoría de las prostitutas son víctimas de proxenetas despiadados, de los hombres que pagan por sexo y de una sociedad que les ha fallado”.
“Afortunadamente, ya en este estado hemos cambiado nuestras leyes para suponer que los menores arrestados por prostitución son víctimas del tráfico humano, y hemos establecido tribunales especiales de trata para procesar sus casos y obtener ayuda”, agregó Poust. “Deberíamos estar haciendo más para ayudar a los adultos que son víctimas de esta industria también, pero lavarnos las manos y ser permisivos con esa situación será contraproducente y solo provocará que más mujeres sean sometidas a una esclavitud ahora legalizada”.
“Tenemos la esperanza de que la cordura prevalecerá en la legislatura, y este proyecto de ley nunca se convertirá en ley”, concluyó Poust.