NUEVA YORK—. Con gritos de “U.S.A., Equal Pay” la multitud congregada para celebrar la cuarta copa mundial de la FIFA conquistada por el equipo femenino de fútbol recibió el anuncio de la firma de la legislación estatal que garantiza el pago equitativo para cerrar la brecha de género.
Temprano en la mañana, Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, firmó una ley estatal que expande las leyes de igualdad salarial para prohibir el pago desigual sobre la base de una clase protegida por todo trabajo sustancialmente similar (S5248B / A8093A), y prohíbe a los empleadores preguntar a los futuros empleados sobre su historial salarial (S6549 / A5308B).
Durante la inauguración de la celebración, el Gobernador también hizo un llamado a la US Soccer, la organización que maneja la liga de fútbol estadounidense, para que los salarios de las jugadoras sean similares a los que reciben los jugadores masculinos.
“Ustedes deben cobrar lo mismo, sea cual sea el trabajo. Son futbolistas. Juegan el mismo deporte que los atletas masculinos. Y por cierto, lo juegan mejor. Obteniendo mejores resultados. Si detrás de esto existe cualquier razonamiento económico, a los hombres se les debería pagar menos que a las mujeres. Seamos honestos. Todo es resultado de una decisión cultural y estereotipada. Se trata de continuar perpetuando una injusticia del pasado que las mujeres no van a continuar tolerando, y no deberían”, dijo en su discurso.
Esta medida es un componente clave de su Agenda de Justicia para Mujeres de 2019, un conjunto de legislaciones que incluyen la protección contra la violación para las víctimas del tráfico sexual, leyes más estrictas contra el acoso sexual laboral y la financiación de un programa de colegios comunitarios que ayudará a las madres solteras a salir de la pobreza.
Tras dar la bienvenida a las cuatricampeonas, Bev Neufeld, Donna Lieberman, Robin Chappelle, Sarah Brafman, y Martha Kambert, reconoció que la victoria de la escuadra femenina tiene un mayor simbolismo en estos momentos “en que este país está reconociendo la larga historia de discriminación contra las mujeres”, dijo.
“Estas 23 campeonas están golpeando el techo de vidrio que todavía existe en los Estados Unidos de América. Y van a seguir golpeándolo hasta que lo rompan. Aquí hay 23 cruzadas modernas siguiendo el legado de Seneca Falls. Vamos a romper el techo de cristal, y su desempeño muestra cuán injusto es el sistema”, continuó Cuomo.
Antes de pasar a una breve ronda de preguntas, Cuomo envió una fuerte advertencia a las organizaciones del fútbol femenino.
“No hay razón por la cual las mujeres no deban cobrar el mismo salario que los hombres. La FIFA y la Conferencia de Fútbol de los Estados Unidos han hecho a este equipo un flaco favor y una injusticia. No existe ninguna explicación económica, o de mercado, que justifique que las jugadoras de fútbol femeninas deban recibir un salario inferior al de las jugadores de equipos masculinos. Esto no solo es incorrecto. Es inmoral. No es ético. Nueva York va a liderar el camino y nosotros le decimos a la US Soccer League, y le decimos a la FIFA, si no le paga a las mujeres lo que paga a los hombres, entonces no tiene negocios en el estado de Nueva York”, dijo.
Interrogado sobre la manera de implementar la nueva legislación, Cuomo advirtió que en el momento en que entre en vigor, tendrá curso legal. “Ahora es una ley. Es muy simple. Sustituye a la antigua ley, que tenía un vacío legal que los empleadores podían usar para decir que no era un trabajo igual, sino similar. Y si había alguna diferencia la ley no se aplicaba.La nueva ley se refiere a trabajo comparable. Si es básicamente el mismo trabajo, el pago tiene que ser similar. También estamos firmando otra legislación que prohibe que se le pida a un empleado o durante el proceso de contratación su historial salarial, lo que significa que no permite que usemos una injusticia pasada para justificar una injusticia presente”.
“No pueden decirle a la Liga de Fútbol Femenino, “bueno, ¿cuánto fue lo que le pagaron la última vez?”, lo que sabemos es artificialmente bajo, y luego basar el nuevo salario en ese estándar artificialmente bajo. Es la ley del estado de Nueva York. Y deja claro que en este estado no existe ninguna otra opción para un empleador. O usted le paga a una mujer lo mismo que le pagaría a un hombre o no puede hacer negocios en el estado de Nueva York”, concluyó Cuomo antes de dar paso a la colorida celebración protagonizada por una marea femenina.