CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La celebración diocesana anual de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), es un acontecimiento importante que destaca el papel que desempeñan los jóvenes en la Iglesia Católica, según el Vaticano.
En un documento publicado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida el 18 de mayo, el Vaticano emitió un conjunto de directrices pastorales para las celebraciones locales de la JMJ “para asegurar que las generaciones más jóvenes sientan que son el centro de atención y la preocupación pastoral de la iglesia”.
“La celebración de estas jornadas de la juventud a nivel local es, por tanto, extremadamente útil para que la iglesia tenga presente la importancia de caminar con los jóvenes, acogerlos y escucharlos con paciencia, mientras se les proclama la palabra de Dios con afecto y fuerza”, afirmó.
El documento fue firmado por el cardenal Kevin Farrell, prefecto del dicasterio, y el sacerdote de Schonstatt Alexandre Awi Mello, secretario del dicasterio. Dividido en seis capítulos, dice que las celebraciones locales ofrecen a los jóvenes “una experiencia personal de una fiesta de fe”, que es especialmente importante para aquellos que no pueden asistir al evento internacional “a causa de los estudios, el trabajo o las dificultades económicas”.
La Jornada Mundial de la Juventud se celebra anualmente a nivel local y cada dos o tres años con un encuentro internacional con el papa. En noviembre, el papa Francisco trasladó las celebraciones locales de la Jornada Mundial de la Juventud del Domingo de Ramos a la fiesta de Cristo Rey.
Hablando con los periodistas en una rueda de prensa en el Vaticano el 16 de mayo, el padre Awi dijo que la celebración anual diocesana “puede generar más fácilmente un compromiso en los jóvenes que cambiara el rostro de la sociedad en la que viven y aumentara su sentido de pertenencia”.
A través de estas “normativas pastorales, queremos hacer partícipes a todos los jóvenes de este rico patrimonio. Sus pastores y los distintos servicios de la pastoral juvenil de las iglesias particulares podrán así, con libertad y creatividad pastoral, enriquecer su experiencia local de la “la fiesta de la juventud”, dijo.
Maria Lisa Abu Nassar, coordinadora de acogida del Centro Internacional de la Juventud San Lorenzo de Roma, dijo que las directrices mostraban los esfuerzos de la iglesia “por abrirse, por mejorar, reconociendo a las personas que más necesitan ser amadas y guiadas por la iglesia, ayudándoles a encontrar su identidad como hijos de Dios”.
Nassar, oriundo de Nazaret, le dijo a los periodistas que, dado el conflicto en su tierra natal, la celebración local de la JMJ daría a los jóvenes la oportunidad de forjar nuevas amistades y dialogar con la esperanza de “que un día la paz reine en la tierra donde nació y vivió Jesús”.
“La Tierra Santa es un pequeño territorio con diferentes religiones, donde los cristianos son una minoría. Qué importante sería, sobre todo en estos días dada la situación en Jerusalén y en todo el territorio, abrir la puerta al diálogo entre los jóvenes de diferentes religiones”, dijo Nassar.
“Creo que todos los jóvenes, a pesar de nuestras diferencias, partimos de un punto común, estamos a la búsqueda de algo, o más bien de alguien que pueda darle sentido a nuestra existencia”, añadió.
Paul Jarzembowski, director adjunto para la pastoral juvenil y de jóvenes adultos de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), le dijo a Catholic News Service que las directrices son una gran ayuda para que las iglesias locales “utilicen este momento litúrgico anual para movilizar a los jóvenes y jóvenes adultos de su región”.
“La Jornada Mundial de la Juventud, por su propio nombre y naturaleza, está destinada a todos los jóvenes del mundo”, dijo Jarzembowski. “Nadie está excluido ni puede excusarse. Esto significa que los líderes eclesiásticos deben hacer todo lo posible para acompañar a cada uno de los jóvenes y adultos jóvenes de su región”.
Las celebraciones locales de la JMJ, añadió, pueden ayudar a los jóvenes –especialmente a aquellos que no pueden asistir a la celebración internacional o que no son activos en su comunidad de fe– a “conocer lo mucho que Cristo y la iglesia les ama, les apoya y quiere caminar con ellos”.
Jarzembowski le dijo a CNS que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos está desarrollando actualmente una guía para ayudar a las diócesis a aplicar las directrices “para las próximas y futuras celebraciones” de la Jornada Mundial de la Juventud.
“Anticipamos la publicación de esta guía a finales del verano o principios del otoño para darles a los líderes parroquiales el tiempo adecuado para planificar esta ocasión litúrgica a finales de noviembre del 2021”, dijo. “El Secretariado de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la USCCB también apoyará a los líderes diocesanos con recursos para planificar actividades o iniciativas en torno a la celebración”.