Reportaje

El Movimiento Nuevo Santuario y la Caminata de Jericó

(CNS photo/Lucy Nicholson, Reuters)

En algunas ocasiones me he unido a la Caminata de Jericó que consiste en dar siete vueltas en profundo silencio alrededor del edificio federal de Inmigración de Manhattan, el Jacob Javits Federal Building, 26 Federal Plaza. El propósito general es interceder en oración silenciosa por los indocumentados que se reportan diariamente a una cita con un Juez de Inmigración.

La Caminata de Jericó (The Jericho Walk) está inspirada en el capítulo 6 del libro de Josué, que habla de la conquista de Jericó, ciudad amurallada, que Dios había prometido a los israelitas. Para lograrlo, Dios les ordenó, a través de Josué, que dieran siete vueltas alrededor de la ciudad durante siete días, al cabo de los cuales los muros de la ciudad caerían. Así lo hicieron. Los muros cayeron y la ciudad fue conquistada.

En Nueva York, esta caminata es organizada por el Movimiento Nuevo Santuario, integrado por miembros de diferentes iglesias, que busca ayudar a inmigrantes y refugiados para que no sean separados de sus familias a través de la deportación. Se trata de hacer una marcha pública pacífica de oración que logre además la cobertura de los medios mostrando las historias de dolor de los inmigrantes a punto de ser deportados.

El Movimiento Nuevo Santuario es una extensión del Movimiento Santuario que nació en los Estados Unidos en la década de los ochenta, cuando los inmigrantes centroamericanos huyeron de sus países devastados por la guerra. Los activistas y comunidades religiosas crearon una red de refugio que protegía a individuos y familias de los oficiales de Inmigración. Ayudó a crear un nuevo nivel de empatía para los inmigrantes que contribuyó a la amnistía, la última gran reforma de la política de inmigración, en 1986.

En el presente, el Movimiento Nuevo Santuario está en todos los estados. Entrenan a quienes deseen acompañar a inmigrantes a sus citas de Inmigración; organizan talleres de información; promueven nuevas políticas a nivel local y estatal; y hacen marchas silenciosas de oración como la Caminata de Jericó.

Tiene tres enfoques: 1) Activar las congregaciones a través de programas de testimonio y defensa. 2) Mostrarles a las autoridades y a los inmigrantes que las personas de fe apoyan los derechos de los no ciudadanos a permanecer con sus familias en los Estados Unidos. 3) Llevar a nuestro gobierno a implementar políticas de inmigración justas que no destruyan a nuestras familias.

Representa a todos los inmigrantes que no tienen documentos; pero selecciona a personas y familias específicas que los representen públicamente. Ravi Ragbir, de Trinidad, y Jean Montrevil, de Haití, son ejemplos de ello.

Ravi es el director ejecutivo del Movimiento en Nueva York. Aunque él mismo tiene amenaza de deportación, ha contribuido a poner en funcionamiento el programa de acompañamiento a los miles de personas que deben hacer controles similares. En enero fue detenido cuando se presentó ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para hacer un control.

A pesar de que ha vivido en el país hace más de veinticinco años y de que está casado con una ciudadana estadounidense y tiene una hija estadounidense, el Gobierno se ha negado a normalizar su estatus. En el 2001 fue condenado por un fraude electrónico, por lo que su tarjeta verde fue sometida a una revisión. Jean Montrevil, otro líder de la organización fue detenido frente a su casa y deportado a Haití.

Las historias diarias de familias separadas por las deportaciones son de dolor indescriptible. Las caminatas de Jericó apelan no sólo a los jueces terrenales, sino sobre todo al Juez Justo y Misericordioso. Te invito a ser parte de este peregrinaje de oración. ¡Ven, caminemos juntos, que nuestra oración de intercesión toque el Cielo!