Son los años ochenta y la familia O’Hara se muda desde su entorno suburbano en el estado de Nueva York a la Inglaterra natal de Rory, el padre. Su esposa Allison tiene sus reservas, porque se han mudado muchas veces, pero complace a Rory que, lleno de grandes planes, regresa a la empresa de la que salió años antes, convencido de que sus propuestas de innovación y sus contactos americanos la lanzarán hacia un futuro de éxito. Ha comprado una ostentosa mansión antigua y les describe un futuro de triunfos y opulencia, mientras la familia se esfuerza por adaptarse a un nuevo ambiente que les resulta extraño y, por momentos, hostil.
Muy pronto queda claro que Rory vive en un mundo de quimeras, y la familia se va desmoronando mientras sus miembros enfrentan un descalabro tras otro, casi en cada aspecto de sus vidas.
El nido narra una historia de desilusiones que tienen su origen en una escala de valores torcida, que identifica la riqueza material con la felicidad, y que privilegia el tener, e incluso el parecer tener, sobre el ser. Los O’Hara tienen suficiente, pero Rory siempre quiere más, deslumbrantemente más. En un momento de triste lucidez, en una conversación con un extraño, afirma que su trabajo es “aparentar ser rico”.
Si bien la historia se sitúa en la década de los ochenta, apetencias similares arruinan también hoy las vidas de innumerables familias, víctimas de la constante presión social por alcanzar un éxito que se mide, más que por el bienestar económico, por el estatus social que este otorga.
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Aun en medio de este panorama desolador, el amor familiar aporta un rayo de esperanza, y la película se abre a reconocer que incluso una familia rota como esta tiene el potencial para que sus miembros sanen y salgan adelante.
El realizador y guionista canadiense Sean Durkin alcanzó notoriedad anteriormente con su ópera prima Martha Marcy May Marlene, que le valió el Premio de Dirección Dramática en el Festival Sundance de 2011.
Jude Law logra en El nido una de las mejores actuaciones de su larga y brillante carrera, mientras que Carrie Coon, una actriz con menos presencia en la pantalla grande, por haberse dedicado más al teatro y la televisión, le disputa el protagonismo en no pocos momentos de la película.
Después de su presentación en enero en el Festival Sundance, El nido se estrenó en un número limitado de salas en septiembre, y desde mediados de noviembre está disponible en varias cadenas de streaming. Bien recibida por la crítica, no tuvo igual acogida por el público. En el sitio agregador Rotten Tomatoes, la cinta recibió 88% de opiniones favorables de la crítica, pero solo 49% de los espectadores.
EL NIDO / The Nest / Reino Unido, EE.UU., Canadá / 2020 / color, 107 minutos / Dirección: Sean Durkin / Intérpretes: Jude Law, Carrie Coon, Charlie Shotwell, Oona Roche, Adeel Akhtar.
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Gustavo Andújar es Expresidente de SIGNIS, Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter.
