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El papa Francisco envía oraciones a las víctimas de la masacre de Las Vegas

Después del tiroteo en la noche del domingo 1ro de octubre, en Las Vegas, Nevada, que cobró el mayor saldo de víctimas en la historia de Estados Unidos, el papa Francisco ha enviado un telegrama prometiendo orar por los heridos y sus familiares, y confiando a las víctimas “al misericordioso amor de Dios Todopoderoso”. El Sumo Pontífice también elogió los esfuerzos de los policías y del personal de los servicios de emergencia que fueron los primeros en responder.

People at the Route 91 Harvest Music Festival in Las Vegas are seen crouching down Oct. 1 as a gunman opens fire from the 32nd floor of the Mandalay Bay Resort and Casino. The still image is from a social media video. The gunman killed at least 58 people and wounded more than 500 before law enforcement entered the shooter's room and killed him. (CNS photo/social media via Reuters) See LAS-VEGAS-MASS-SHOOTING-PRAYERS Oct. 2, 2017. Editors: best quality available.
Foto: CNS photo/social media via Reuters

NUEVA YORK — El papa Francisco envió este lunes 2 de octubre un telegrama a través del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, para expresar su cercanía y preocupación al obispo de Las Vegas, Joseph Pepe, a raíz de la mayor matanza con armas de fuego en la historia de Estados Unidos.

“El papa Francisco envía su cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia sin sentido”, dijo el cardenal Parolin.

“También elogia los esfuerzos de la policía y del personal de los servicios de emergencia y promete orar por los heridos y las víctimas, confiándoles al misericordioso amor de Dios Todopoderoso”.

Según cifras reveladas en la tarde del lunes, más de 50 personas habían sido declaradas muertas, y más de 500 resultaron heridas luego de que un pistolero abriera fuego durante un concierto al aire libre en Las Vegas, el domingo por la noche. Se trata del tiroteo con el mayor número de víctimas en la historia de Estados Unidos desde los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001.

La balacera tuvo lugar en el Mandalay Bay Resort and Casino. Stephen Paddock, de 64 años, fue identificado como el tirador, quien se suicidó antes de que los agentes policiales irrumpieran en su habitación.

El presidente Donald Trump se dirigió a la nación el lunes por la mañana, expresando sus condolencias a las víctimas y sus familiares, y haciendo un llamado por la unidad nacional.

“Las Escrituras nos enseñan que el Señor está cerca de los quebrantados de corazón”, dijo. “Sabemos que Dios vive en el corazón de los que sufren”, agregó.

El obispo de Las Vegas, Joseph Pepe, publicó una declaración expresando su pésame por las vidas perdidas y su gratitud a los primeros socorristas y todos los que se han acercado para apoyar a la ciudad.

“También estamos muy reconfortados por las historias de todos los que se ayudaron en este momento de crisis”, dijo. “Como nos recuerda el Evangelio de la misa de hoy, estamos llamados a ser los buenos samaritanos modernos. Seguimos orando por las víctimas en Las Vegas, y por las personas de todo el mundo, cuyas vidas están destrozadas a causa de la violencia cotidiana”.

El cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, también declaró el lunes un comunicado en el que lamentó la pérdida de vidas humanas y emitió una petición para que la bondad triunfe sobre el mal.

“Despertamos esta mañana y nos enteramos de otra noche llena de terror indescriptible, esta vez en la ciudad de Las Vegas, y por todos los reportes, el más mortífero tiroteo masivo en la historia moderna de los Estados Unidos”, dijo el cardenal DiNardo. “Mi corazón y mis oraciones, así como las de mis hermanos obispos y todos los miembros de la Iglesia, son para las víctimas de esta tragedia y la ciudad de Las Vegas”.

“En este momento necesitamos orar y cuidar a los que sufren. Al final, la única respuesta es hacer el bien, porque la oscuridad, nunca vence a la luz. Que el Señor de toda la mansedumbre rodee a todos los que sufren de este mal, y para los que han sido asesinados oramos, el descanso eterno les conceda el Señor, y brille sobre ellos la luz perpetua”, dijo.

En un comunicado enviado a Facebook el lunes por la mañana, el Cardenal Blase Cupich de Chicago dijo que estaba “Orando por las víctimas y seres queridos de los lesionados en el horrible tiroteo de Las Vegas. Y agradecido por los primeros en auxiliar a los heridos”.

El cardenal Sean O’Malley, de Boston, escribió: “Que Dios bendiga a todos los primeros en ir al auxilio de las víctimas de la violencia de anoche”.

La arquidiócesis de Washington publicó un comunicado a través de Facebook en el que declaró: “Esta mañana, ofrecemos nuestras oraciones y preocupaciones por los que han muerto en Las Vegas, los heridos y sus familiares. Que el Señor derrame sobre ellos su paz. #prayforvegas”.

La diócesis de Arlington, Virginia, anunció que ofrecería su misa de mediodía en la Catedral de Saint Thomas More por las víctimas del ataque.

John Garvey, presidente de la Universidad Católica de América (The Catholic University of America), también emitió una declaración el lunes por la mañana.

“Como comunidad de fe, nuestra Universidad ofrece sus oraciones por las víctimas y sus familiares, los primeros socorristas y los trabajadores de la salud que están cuidando a los heridos”, dijo John Garvey. “Pido que en este momento nos encontremos cultivando la paz con nuestras palabras y obras en nuestra propia comunidad”.

El presidente John Jenkins de la Universidad de Notre Dame también reflexionó sobre la tragedia expresando: “Oramos para que llegue un día en que la absurda violencia que ha azotado a la nación durante tanto tiempo termine para siempre”.

El lunes, las campanas de la basílica de Notre Dame sonaron de 3:00 a 3:05 pm para conmemorar a los afectados por los acontecimientos en Las Vegas.

El lunes por la noche habrá un servicio de oración interreligiosa en la Catedral de los Ángeles Guardianes dirigida por el obispo de Las Vegas, Joseph Pepe.

“Invitamos a nuestras hermanas y hermanos de todo el mundo a unirse a nosotros en oración por la sanación y el fin de la violencia”, dijo el obispo.