DESDE EL AVIÓN PAPAL—. El Papa Francisco estuvo muy activo durante las 13 horas que duró el vuelo desde Roma a Panamá.
En la rueda de prensa se le rompió la voz cuando recordó conmovido a un vaticanista ruso que falleció el pasado mes de diciembre, y que hasta hace poco participaba en todos los viajes papales.
“Hoy es el primer vuelo en el que falta un colega a quien yo quería mucho, Alexei Bukalov de la agencia TASS. Un hombre de gran humanidad, una humanidad que no teme lo humano —desde lo más bajo—, ni lo divino, hasta lo más alto. Un hombre capaz de hacer una síntesis con el estilo de Dostoyevski. Estoy seguro de que todos lo echaremos de menos”, dijo el papa Francisco casi sollozando.
Durante los saludos personales a los periodistas el Papa reveló que en noviembre viajará a Japón, y que le gustaría también visitar Irak.
Muchos jóvenes de esta JMJ son emigrantes o hijos de emigrantes. Un periodista contó a Francisco que acaba de estar en Tijuana, donde se levanta el muro que separa México y EEUU y que entra hasta el océano. Sobre esta situación, el Papa explicó que “el miedo vuelve locas a las personas”.
También hubo tiempo para algunas bromas del papa Francisco con los periodistas de medios panameños. Aunque Jorge Mario Bergoglio conoce muy bien América Latina, nunca había visitado Panamá hasta ahora.