Para los neoyorkinos y para toda la nación es un honor y una bendición haber recibido la visita del Santo Padre. A nivel personal tuve la alegría de asistir a la Misa celebrada por el papa Francisco en el Madison Square Garden. Observé a la gente gozosa esperando largas horas para poderlo ver aunque fuera por un momento. Su discurso histórico en Washington frente al Congreso en pleno y todo lo que ha hecho desde que llegó me ha conmovido, al igual que a muchas personas católicas y a otras que no lo son.
Espero que el mensaje de compasión, respeto al planeta, a la sociedad y de justicia social que el Papa ha transmitido haya llegado al corazón de los gobernantes y las personas que tienen en sus manos el poder de cambiar la realidad. Con respecto a la defensa de la familia como fundamento de la sociedad, hospital emocional donde se sanan todas las heridas, tenemos que empezar a actuar; comenzando por darle el lugar de prioridad que se merece.
Atender las necesidades de los inmigrantes y más vulnerables de la sociedad es parte de la misión que hemos recibido a través del bautismo, y tenemos que esforzarnos por cumplirla para edificar la Iglesia. El Papa nos pregunta a todos, y tú ¿que vas a hacer? Y nos toca a nosotros reflexionar: ¿Qué estamos haciendo? ¿Estamos viendo la luz de Cristo en la oscuridad de esta gran ciudad?
Es indudable que la sola presencia del Papa, aun cuando no hable, muestra a un Jesús vivo, misericordioso, humilde y lleno de amor para todos. Jesús esta vivo en él y entre la gente. El Papa siempre se hace la pregunta que todos deberíamos hacernos: ¿que haría Jesús en mi lugar?
Invito a todos mis hermanos católicos a comenzar a trabajar en nuestra misión con los dones que el Espíritu Santo nos ha regalado. Oremos por el Papa y demos gracias a Dios por él.
Martha Hernández nació en Bogotá, Colombia, en el seno de una familia católica practicante. Sus padres le inculcaron la fe a ella y a sus hermanos. Ayuda como voluntaria en su parroquia, Santa Juana de Arco, en Jackson Heights. Trabaja en la Escuela de Evangelización de la Diócesis de Brooklyn.