CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – En una carta dirigida a los obispos, el Papa Francisco se disculpó por subestimar la gravedad de la crisis de abuso sexual en Chile a raíz de una investigación reciente sobre las denuncias contra el obispo Juan Barros de Osorno.
El Papa reconoció que cometió “graves errores en la evaluación y la percepción de la situación, especialmente debido a la falta de información veraz y equilibrada”.
“Pido perdón a todos los que he ofendido y espero poder hacerlo personalmente en las próximas semanas”, expresó el Papa en la carta, que fue dada a conocer por el Vaticano el 11 de abril. Al parecer, varios sobrevivientes han sido invitados al Vaticano para reunirse con el Papa.
Las víctimas de abuso alegan que el obispo Barros, entonces sacerdote, había presenciado las agresiones sexuales recibidas por su mentor, el padre Fernando Karadima. En 2011, el padre Karadima fue sentenciado a una vida de oración y penitencia por el Vaticano después de que ser declarado culpable de abusar sexualmente de niños. El padre Karadima negó los cargos y no fue procesado civilmente porque el plazo de prescripción ya se había expirado.
Los manifestantes y las víctimas alegan que Mons. Barros es culpable de proteger al Padre Karadima y que fue testigo físico mientras se producían algunos de los casos de abuso.
Durante su visita a Chile en enero, el Papa Francisco pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes en Chile.
“Me siento obligado a expresar mi dolor y vergüenza por el daño irreparable causado a los niños por algunos de los ministros de la iglesia”, dijo.
Sin embargo, hablando con los periodistas, reafirmó su apoyo al Obispo Barros dicendo: “El día que me traigan pruebas ahí ya veré. No existe ni una sola prueba. Todo es calumnia”.
Luego se disculpó con las víctimas y admitió que su elección de palabras hirió a muchos.
Poco tiempo después el Vaticano anunció que el Papa Francisco estaba enviando a un investigador confiable a Chile para escuchar a la gente con información sobre el Obispo Barros.
El investigador, Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta, es presidente del Comité de revisión dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe; la junta que maneja las apelaciones presentadas por los clérigos acusados de abusos sexuales u otros delitos graves. El arzobispo también tenía 10 años de experiencia como fiscal principal del Vaticano de casos de abuso sexual en la congregación doctrinal.
El Papa Francisco dijo que el arzobispo Scicluna y su ayudante, el padre Jordi Bertomeu Farnos, escucharon el testimonio de 64 personas y le presentaron más de 2.300 páginas de documentación. No todos los testigos hablaron sobre el padre Karadima y el obispo Barros; varios de ellos dieron testimonio sobre abusos presuntamente ocurridos en el colegio de los Hermanos Maristas.
Después de una “lectura pausada” de los testimonios, el Papa dijo: “Creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”.
En el documento, el Papa llama a consulta en Roma, de manera extraordinaria, a los 34 obispos chilenos para discutir los hallazgos de las investigaciones y sus propias conclusiones “sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el único objetivo de hacer que la verdad brille en nuestras vidas”.
El experto en religión y uno de los biógrafos del papa, Austen Ivereigh llama la atención sobre la magnitud de esta reunión urgente con el episcopado chileno. “Será la mayor de estas, al menos desde que Juan Pablo II llamo a consulta a los arzobispos estadounidenses en 2002”, dice el analista y colaborador de Nuestra Voz.
Worth pointing that extraordinary summons of 32 bishops of Chile to meet pope in Rome re abuse / accountability on May 3 will the largest ever such move (at least since JP2 summoned US archbishops in 2002) https://t.co/HV4qpR44FE
— Austen Ivereigh (@austeni) April 11, 2018
El Papa Francisco dijo que quería reunirse con los obispos para discernir los pasos inmediatos y a largo plazo para “restablecer la comunión eclesial en Chile a fin de reparar el escándalo tanto como sea posible y restablecer la justicia”.
El arzobispo Scicluna y el padre Bertomeu, dijo el Papa, se sintieron abrumados por la “madurez, respeto y bondad” de las víctimas que testificaron.
“Como pastores”, dijo el Papa a los obispos, “debemos expresar el mismo sentimiento y cordial gratitud a aquellos que, con honestidad (y) valentía” solicitaron reunirse con los enviados y “les mostraron las heridas de su alma”.
Tras la publicación de la carta del Papa Francisco, el obispo Santiago Silva Retamales, presidente de la conferencia episcopal y jefe del ordinario militar, dijo que los obispos de Chile viajarían al Vaticano en la tercera semana de mayo.
Los obispos, dijo, compartieron el dolor del Papa.
“No hemos hecho lo suficiente”, dijo en un comunicado. “Nuestro compromiso es que esto no vuelva a ocurrir”.