Entrevista

El poder de las misas de sanación

Muchas veces hemos oído sobre las misas de sanación. Incluso en el calendario de eventos de Nuestra Voz encontramos a veces invitaciones a una misa de sanación.

Por eso buscamos a monseñor Joseph Malagreca, párroco de la Santa Cruz en Flatbush en Brooklyn, quien este 5 de junio cumple 40 años de haberse ordenado como sacerdote y es uno de los sacerdotes que celebran misas de sanación en nuestra diócesis.

Sabemos que la “misa de sanación” es una celebración eucarística dedicada especialmente a orar por la sanación de personas enfermas. Y para conocer un poco más, sostuvimos un interesante diálogo con monseñor Malagreca.

NUESTRA VOZ: ¿Cuál es la diferencia entre una misa de sanación y la misa regular?

Monseñor Joseph Malagreca: Todas las misas son sanadoras y no hay que ir a una misa de sanación para sanarse, pero en las misas de sanación sí hay momentos especiales para orar por la sanación; y se anima a la gente a que se exponga a la Eucaristía como algo sanador. En el momento de la predicación, en la oración de los fieles, en el momento después de la comunión, se hace una oración de sanación, pero no es una misa diferente de otra misa.

NV: ¿Tienen un don especial los sacerdotes que celebran estas misas?

MJM: No es el sacerdote ni la persona quien sana, es Jesús quien sana a través de la Eucaristía.

NV: ¿Por qué a estas misas acuden masivamente los feligreses?

MJM: Acuden masivamente porque esperan sanarse, porque la sanación atrae, así como en tiempo de Jesús cuando obraba las sanaciones. En este punto hay que evangelizar para que asistan a la iglesia no solo en busca de la sanación. Hay la tendencia de sólo buscar la sanación y no querer convertirse.

NV: ¿La misa de sanación debe celebrarse en un lugar especial, como una basílica, por ejemplo?

MJM: No hay que ir a una basílica para curarse, pero hay veces que Dios se concentra en sitios, personas o a horas especiales para moverse.

NV: ¿Lo que sucede en una misa de sanación es un acontecimiento extraordinario?

MJM: Sucede a menudo, tenemos que dejar de pensar que las cosas extraordinarias son raras, ¡las cosas extraordinarias suceden a menudo!

NV: ¿Se necesita un conocimiento especial para celebrar una misa de sanación?

MJM: La sanación ocurre constantemente y viene también acompañada por lo que se llama un don de conocimiento. Muchas personas que ejercen el ministerio de sanación ejercen también este don que el Señor le revela en el momento cuáles son las sanaciones que Él está haciendo en ese momento. Entonces en las misas o servicios de sanación a menudo hay palabras de conocimiento.

NV: ¿En una misa de sanación sólo se alivian las molestias físicas?

MJM: La sanación es una palabra muy amplia que contempla la sanación física, espiritual, sicológica, emocional, familiar, de adicciones y también la sanación de generaciones, la cual se hace cuando hay ciertos problemas que se pasan de generación en generación. Es Jesús quien pone las cosas bien, el que hacía todo eso en su tiempo y el que todavía lo hace.

NV: Quienes celebran las misas de sanación, ¿tienen un don especial?

MJM: Es cierto que ciertas personas son dotadas de un don de sanación y no necesariamente son sacerdotes, todos los sacerdotes podemos celebrar misa y podemos estar abiertos a dones, creer en el don, ejercer el don.

NV: ¿Todos aquellos que van a una misa de sanación resultan curados?

MJM: No necesariamente todo el mundo va a sanar porque eso es parte del pan de Dios. Parte de la experiencia de la sanación es que uno tiene que entrar no creyendo que uno va a cambiar a Jesús, porque se puede llegar a pensar que Él tiene la sanación y no la quiere soltar, que es el sacerdote, la palabra correcta o la reliquia correcta… y entonces ahora voy a sacarle la sanación que Él me debe, esa es una actitud muy mala. Es preferible la actitud de decir “estoy aquí en tu presencia Jesús, yo creo mucho en ti, haz en mi lo que tú quieras, si me quieres sanar aquí estoy abierto”. Pero no esmiculpaquenomesaney tampoco la culpa de Jesús.

NV: ¿Recuerda un caso de alguien que se haya sanado en una ceremonia celebrada por usted?

MJM: En una hora santa recibí una palabra de conocimiento, que aquí había una señora que estaba embarazada y los doctores le habían dicho que el niño iba a nacer con una deformidad porque le faltaba una arteria que debía llegar al feto y el mensaje fue: “no tengas miedo que el niño va a nacer bien”. Había una señora allí que recibió un don de sanación, ella oyó la palabra y de inmediato la creyó. Luego de haber pasado cinco meses de miedo y angustia finalmente se puso en paz y al dar a luz era cierto, al niño le faltaba una arteria ¡pero nació perfectamente bien!

Monseñor Malagreca es carismático y celebra horas santas de sanación desde hace unos 30 años. “El don de sanación se manifestó y lo sentí así como cuando se dieron los otros dones, porque nosotros ejercemos don de lenguas, don de profecía o de prédica fuerte”.