Nunca un equipo en la historia de la NBA había ganado el campeonato luego de ir perdiendo 1-3 en la serie final a siete partidos.
Pero las estadísticas están para superarlas y eso hicieron los Cavaliers de Cleveland en la final ante los Warriors de Golden State. Al quinto partido llegaron los Warriors con ventaja de 3 a 1, solo necesitaban un triunfo para repetir el título conseguido el año pasado.
LeBron James jugaba en su sexta final consecutiva. Sus detractores decían en ese momento que ésta sería la cuarta derrota para LeBron. Pero en ese quinto partido el “Rey” sacó todo su repertorio y anotó 41 puntos, al igual que su compañero de equipo Kyrie Irving. La fiesta preparada en casa de los Warriors tenía que posponerse.
El sexto juego se llevó a cabo en casa de los Cavaliers, allí LeBron fue otra vez la gran figura consiguiendo 41 puntos. El séptimo partido se disputó en Oakland, California. Los Cavaliers llegaban con el ánimo arriba luego de empatar la serie y buscaban la hazaña, ser el primer equipo en remontar un 1-3 en una final.
LeBron James y sus compañeros vencieron a la historia. Derrotaron a los Warrior y ganaron el campeonato, un hecho histórico no solo por remontar la serie, sino por ser el primer título de los Cleveland Cavaliers en la NBA.
Como era de esperarse LeBron James fue nombrado el Jugador Más Valioso de la final, un título merecido luego de ser el jugador en conseguir más puntos, rebotes, asistencias, bloqueos y robos durante la final.
Ohio no celebraba un título semejante desde 1948, cuando los Indios de Cleveland ganaron su segunda Serie Mundial de Béisbol,