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El rostro de la inhumanidad en Siria

Su carita ensangrentada y cubierta de polvo destrozó el corazón del mundo entero e inundó las redes sociales con la profundidad de una mirada infantil perdida en el horror de una guerra cruel y sin sentido.

Con tan solo cinco años de edad, Omran Daquesh se ha convertido en símbolo del dolor de todo un pueblo. El menor fue rescatado de entre las ruinas de la ciudad siria de Alepo, bombardeada sin piedad en los últimos meses y reducida a escombros. La imagen se hizo pública cuando el corresponsal del diario británico The Telegraph en Medio Oriente, Raf Sánchez, la publicó en su cuenta de Twitter luego de que se la enviara un médico que participó en las tareas de rescate.

Fue tomada de un video filmado y publicado poco después en YouTube por Aleppo Media Centre, un grupo de activistas opositor al gobierno.

Tristemente, su hermano mayor, Ali, de 10 años, no sobrevivió a las heridas, según confirmó la Campaña de Solidaridad Siria.

Según los informes de Amnistía Internacional, la crueldad ha llegado a tal grado que las mujeres son sistemáticamente violadas por los guardias, mientras que los hombres son torturados con golpizas, barras de metal y choques eléctricos, entre otras barbaridades.

El reporte se basa en entrevistas con 65 sobrevivientes, que detallaron el uso sistemático de la violación, choques eléctricos y extracción de uñas entre otros métodos de tortura.

Algunos sobrevivientes describieron las llamadas “fiestas de bienvenida”, en las que nuevos prisioneros son sometidos a brutales golpizas con barras de metal y cables.

Más de 250, 000 personas han muerto y al menos 11 millones se encuentran desplazadas tras cinco años de guerra en Siria, según la ONU.