DOUGLASTON — Una gran fiesta para un gran día. El viernes 28 de mayo, a dondequiera que fue el padre Frank Labita, fue recibido con felicitaciones de cumpleaños.
“Soy el tipo más feliz del mundo”, dijo el padre Frank a Currents News. El padre Frank Labita cumplió 98 años, convirtiéndose en el presbítero más anciano de la Diócesis de Brooklyn.
“Noventa y ocho años, eso es todo. No agreguen ni uno más”, bromeó el padre Frank.
La mayoría de esos años los ha vivido como sacerdote, algo, que según dice, sabía que quería ser desde los 14 años.
“Desde adolescente tenía consciencia del sufrimiento en el mundo y pensé para mis adentros, si me hago sacerdote, tal vez pueda ayudar a las personas con sus problemas para que consigan estar en paz”, confesó el padre Frank.
Setenta y dos años después de su ordenación, el Padre Frank continúa llevando su gran sonrisa y energía positiva a las iglesias de toda la diócesis. Este año, celebró su cumpleaños en el Immaculate Conception Center en Douglaston.
Cuando la reportera Emily Drooby le preguntó: “¿Cuál es el secreto para llegar a los 98 años?“, no dudó: “Intenta ser siempre bueno, amable, paciente y amoroso con la gente”, respondió el Padre Frank.
El longevo cumpleañero compartió ese día especial con otros siete sacerdotes que celebraban aniversarios de ordenación sacerdotal.
Uno de ellos es el padre Robert Czok, quien cumple 55 años de servicio.
“Dios realmente escribe recto sobre renglones torcidos”, dijo el padre Czok. “A veces es difícil de seguir, pero él todavía está a cargo y yo todavía lo sigo”.
Seguir a Dios y estar dispuestos a servir a las personas es un denominador común del sacerdocio para estos hombres.
“Ayude a la gente a ser amable, nunca regañe, nunca grite, sea cariñoso”, aconseja el padre Frank.
Palabras que son un testimonio de vida y que, después de 98 años, siguen alimentando la lonevidad de este querido sacerdote.