Internacionales

El vaivén mundial del coronavirus

Mientras Europa reabre sus puertas, China enfrenta un segundo brote y América Latina no logra controlar los gigantescos oleajes de contagio del virus que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), continúa expandiéndose por el mundo, sin discriminar raza ni condición social.

Un mercado mayorista de alimentación en la región capitalina de Beijing se convirtió en el foco del segundo brote del COVID-19 en China. El país le ha declarado la guerra.

“Pekín ha entrado en un periodo extraordinario. Pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital”, advirtió en rueda de prensa el funcionario municipal Xu Ying.

Una estricta movilización de efectivos del ejército asignados a sellar la región pretende evitar la propagación del COVID-19 por todo un país que apenas comenzaba a recuperarse del primer oleaje del virus. Y si este segundo brote es indicativo de otros a nivel mundial, Europa podría ser la próxima región en ver una recaída, si los gobiernos no toman severas medidas.

Pero el epicentro mundial remece a todo Latinoamérica, donde se superó el umbral del millón de casos, en su mayoría detectados en Brasil, que a mediados de junio registraba cifras oficiales de más de 520 mil infectados y mas de 29,000 muertos.

Los retos políticos del gigante sudamericano han hecho mas difíciles los esfuerzos por contener el virus, ya que el presidente Jair Bolsonaro se ha opuesto al confinamiento de las poblaciones más afectadas y al cierre de empresas a nivel nacional.

México, Ecuador y Perú también se han visto severamente afectados debido al colapso de sus sistemas de salud ante la estampida de casos en los hospitales y la falta de recursos para enfrentarlos.

“Lo que vemos desde México hasta Chile es una tendencia de aumento de casos, con algunas notables excepciones. Es un momento de gran preocupación, y es un tiempo en el que necesitamos un fuerte liderazgo de los Gobiernos, así como una gran solidaridad con la región para controlar esta enfermedad. No se trata de un solo país, son muchos los países que están enfrentando brotes severos”, advirtió ante la prensa Michael Ryan, director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ryan sostiene que es imperativo liderazgo político para combatir la crisis, agravada por el miedo y la falta de información del público.  “En este momento, la epidemia en América Central y del Sur es la más compleja de todas las situaciones a las que nos hemos enfrentado a nivel mundial, y una en la que el mundo necesita trabajar y buscar el apoyo y la ayuda de los países de la región para ayudarlos al abordar esta pandemia de alto impacto”, reiteró.

Latinoamérica ya cuenta con experiencia en estas crisis y con una larga y exitosa trayectoria en la lucha contra las enfermedades infecciosas.  “Fue el primer subcontinente que erradicó la polio y el sarampión, además de lidiar efectivamente contra las epidemias del cólera. Se trata de una región con grandes capacidades para controlar enfermedades infecciosas, así como con un gran nivel de preparación de riesgo de desastres”, aseguró Ryan.

Aun así, las claves para superar la crisis serán la cooperación entre países, el intercambio de hallazgos y la coordinación de esfuerzos, algo que, hasta ahora, parece no haberse logrado.

“Esto está lejos de terminar. Sé que muchos queremos que termine y que estamos viendo señales positivas en algunos lugares, pero está lejos de terminar y tenemos que reforzar nuestras actividades y la infraestructura, que sigue sin estar a punto en muchos países”, enfatizó en un comunicado de la OMS, la doctora María Van Kerkhove.

En el caso de América Latina, la epidemióloga recomendó volver a lo “básico”, el enfoque integral que la Organización Mundial de la Salud ha recomendado desde el comienzo de la pandemia.

“La idea es que tengamos una población entera comprometida a saber qué papel juega cada individuo durante esta pandemia es fundamental: cómo puedo protegerme, cómo puedo proteger a mi familia, cómo puedo evitar la posibilidad de transmitir a alguien más que pueda ser más vulnerable, es importante que lo sepan”, concluyó.

Más de cien laboratorios del planeta trabajan día y noche en la elaboración de la tan esperada vacuna que detenga al coronavirus, pero según la OMS, la labor es ardua y las pruebas extensas podrían dilatar la llegada del medicamento hasta el 2021.