Más de 12 millones de sirios e iraquíes han sido desplazados y huyen del terror y las sangrientas persecuciones que asedian a los pobladores de sus tierras. En medio de su desesperación, arriesgan la vida por llegar a una tierra prometida donde la vida tenga el valor que la crueldad de la guerra civil le ha despojado.
En lo que va del año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que la cifra de migrantes refugiados que han llegado al continente europeo a través del mar Mediterráneo asciende a más de 440 mil, con un saldo de por lo menos 3 mil muertos a lo largo de la peligrosa travesía. Diariamente, se estima que unas 4 mil personas arriban a las islas griegas y de ahí se esparcen por el continente.
A la luz de estos acontecimientos, el Parlamento Europeo, por iniciativa de Alemania, acordó el mes pasado la reubicación de otros 120,000 asilados en todos los países de la Unión Europea, según anunció la agencia de la ONU
para los refugiados (ACNUR) en su página de web. ACNUR “reconoce el esfuerzo de Europa por hacer frente a esta situación y elogia a los países y a sus ciudadanos que han mostrado su disponibilidad para reasentar a refugiados y responder de forma positiva a una situación que, aunque supone un reto, se puede gestionar, siempre y cuando Europa esté unida para ofrecer una respuesta efectiva”.
Pero ante el interminable flujo de seres humanos a lo largo y ancho del continente europeo, países como Croacia y Hungría han comenzado a tomar medidas para impedir el paso por sus fronteras. Muros, verjas, soldados, balas y gases lacrimógenos son la señal de alto para miles de familias desesperadas que buscan refugio.
América Latina abrió los brazos a los refugiados desde el año pasado. Brasil ya ha recibido a 2,077 sirios desde comienzos del 2014, de acuerdo con los datos del Comité Nacional para los Refugiados del Ministerio de Justicia brasileño.
Argentina, por su parte, ha dado asilo a 233 y Uruguay figura como el país que más se movilizó para crear conciencia sobre la terrible situación que atraviesa el pueblo sirio. En octubre de 2014, el entonces presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, recibió personalmente en el aeropuerto de Montevideo a 42 ciudadanos sirios, a quienes les ofreció asilo, según reportes de la agencia periodística británica BBC.
Sin embargo, cinco familias sirias denunciaron el mes pasado que no se encontraron con todo lo que esperaban en Uruguay y ahora exigen que se les facilite el regreso a un campo de refugiados en el Líbano, donde vivían antes de ser trasladados al pequeño país sudamericano.
“Vivir en el Líbano era mejor que acá”, dijo Maher Aldees, representante de una de las familias al diario local El Observador. “No tengo problema con la gente de Uruguay y con el país, tengo problema con el gobierno que nos mintió”. Mientras tanto, Chile aceptó la solicitud de asilo de 10 sirios a la vez que evalúa ofrecer refugio a por lo menos 50 familias próximamente, según informó a la prensa el ex ministro Sergio Bitar, descendiente de sirios y uno de los impulsores de la recepción de refugiados.
México también ha prometido dar entrada a una treintena de estudiantes sirios a través de una iniciativa ciudadana, el Proyecto Habesha, pero aún no se han concretado los planes, según fuentes del gobierno. Una petición popular a través del portal Change.org cuenta con más de 100.000 firmas que piden al gobierno de Enrique Peña Nieto que se comprometa a acoger a 10.000 sirios desplazados.
El paso de Patricia
México se salvó de una catástrofe, aseguraban los meteorólogos tras el paso del huracán más grande registrado en la historia en el área del Pacifico. Patricia, que llegó a las costas mexicanas del estado de Jalisco con una intensidad de más de 200 millas por hora, entró por una zona poco habitada entre el área de Manzanillo y el popular centro turístico de Puerto Vallarta y sus vientos comenzaron a disminuir rápidamente.
No hubo fatalidades y las pérdidas materiales fueron mínimas, tomando en consideración la magnitud del gigantesco huracán. Su paso afectó más a los estados de Texas y Luisiana, al sur de Estados Unidos, donde más de 14 millones de personas se vieron afectadas por más de 20 pulgadas de lluvias y las inundaciones, según reportes locales.
Comicios presidenciales en Guatemala, Argentina
La crisis política desatada por el escándalo de fraude aduanero que les costó el puesto al presidente de Guatemala Otto Pérez Molina y a la vicepresidenta Roxana Baldetti hizo que la población manifestara su desconfianza en los políticos tradicionales.
El resultado: la victoria del candidato por el Frente de Convergencia Nacional, Jimmy Morales, ante la ex primera dama Sandra Torres del Partido de la Unidad Nacional de la Victoria en una segunda vuelta electoral el pasado 25 de octubre, según habían pronosticado las encuestas del diario El País.
Morales, un actor y comediante al que muchos califican como la sorpresa de un controvertido proceso electoral, se convirtió en el representante popular de la denominada
“antipolítica”, según analistas locales. Tanto Morales como Torres se habían comprometido a combatir la corrupción a través de un compromiso denominado Alianza Nacional para la Transparencia.
Mientras tanto, en Argentina, tres de seis candidatos contaban con mayores posibilidades de llegar a la Casa Rosada, según mostraban las encuestas. El oficialista Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y los opositores Mauricio Macri —alcalde de la ciudad de Buenos Aires— y el diputado Sergio Massa se enfrentaron también el pasado 25 de octubre para suceder a Cristina Fernández de Kirchner.
Al cierre de esta edición, se había determinado que habría una segunda vuelta electoral pautada para el 22 de noviembre tras un empate técnico entre el oficialista Daniel Scioli y el centroderechista Mauricio Macri, según el reporte de la Dirección Nacional Electoral del país.
Macri fue la gran sorpresa al quedar cerca de ganarle a Scioli, candidato oficialista apoyado por Cristina Fernández de Kirchner. Scioli logró el 36,8 por ciento, frente al 34,3 por ciento de Macri, según las cifras oficiales. Los analistas políticos señalan que el empate técnico supone una enorme derrota para el peronismo oficial, que confiaba en ganar en primera vuelta y ahora ve como probable una derrota en la segunda vuelta.
De acuerdo a las leyes electorales de Argentina, se determina por primera vez una segunda vuelta ya que ningún candidato obtuvo más del 45 por ciento de los votos populares, o más del 40 por ciento del sufragio con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales con respecto al segundo candidato más cercano.
Los más pobres del mundo
Han sufrido los estragos de décadas de conflictos civiles armados, guerras y hambruna. Tienen las más bajas tasas de alfabetización con una excesiva dependencia de la agricultura en medio de las inclemencias de la naturaleza y el hombre.
Son los diez países más pobres del mundo y se encuentran en el continente africano, según el reporte más reciente sobre el índice de pobreza multidimensional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que mide los niveles de educación, economía, sanidad y calidad de vida de todos los países del mundo.
En primer lugar se encuentra Somalia, dividido por una prolongada guerra civil, cuyo frágil gobierno no ha podido neutralizar al grupo terrorista Al Shabaab, que controla gran parte del territorio. Más del 60% de la población vive bajo el nivel de la pobreza y el desempleo supera el 40%.
En segundo y tercer lugar, Níger y el Congo respectivamente, donde la corrupción, la baja tasa de alfabetización y la falta de transparencia son problemas comunes y endémicos. Les sigue la República Centroafricana, donde los conflictos armados entre los seleka, fundamentalmente musulmanes, y las milicias antibalaka, principalmente cristianas, han devastado completamente al país.
En quinto lugar, Sierra Leona, uno de los epicentros del brote del ébola, donde la guerra civil ha arrasado con la población que hoy por hoy también enfrenta la tasa de mortalidad materna más alta del mundo. Terminan la lista Burkina Faso, Burundi, Guinea, Mozambique y Guinea Bisáu, en los cuales imperan las guerrasciviles, la pobreza severa y la inestabilidad política.
Pero, ¿existe una luz de esperanza?
El mes pasado, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción que tiene como objetivo asentar una nueva estrategia que regirá los programas de desarrollo mundialesdurantelospróximos 15 años. Los estados de la ONU se comprometieron a movilizar los medios necesarios para su implementación mediante alianzas centradas especialmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables.
“Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”, señalaron los estados en la resolución a través del órgano informativo de la PNUD en la web.