CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz/CNS)—. Las conversaciones entre los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte son “verdaderamente históricas” y traen la esperanza del comienzo de una nueva era de paz, dijo el embajador del papa Francisco ante Corea.
Se ha pasado una página nueva “muy importante”, dijo a Vatican News el arzobispo Alfred Xuereb, primer secretario privado del papa Francisco, y ahora nuncio apostólico ante Corea del Sur y Mongolia, el 12 de junio.
“Esto señala el comienzo de un viaje que todavía es largo y arduo, pero tenemos la esperanza de que el comienzo haya sido muy positivo, muy bueno”, él dijo.
El líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump se reunieron el 12 de junio en Singapur para la cumbre histórica. Esta fue la primera reunión entre un presidente estadounidense y un líder norcoreano.
Trump dijo después que Kim está dispuesto a deshacer el programa nuclear de Corea del Norte. Trump prometió congelar los ejercicios militares con Corea del Sur.
El cardenal Andrew Yeom Soo-jung de Seúl, Corea del Sur, y el administrador apostólico de Pyeongyang, Corea del Norte, celebraron Misa después de la cumbre en la catedral de Myeongdong para orar por la pronta firma del acuerdo de la cumbre.
“Cuando escuché la noticia de que había un acuerdo significativo entre las dos partes en su primera reunión, le agradecí profundamente a Dios que recordara nuestras oraciones por la reconciliación y la unión del pueblo coreano”, dijo el cardenal Yeom durante su homilía. “Deseo sinceramente que el acuerdo pueda firmarse prontamente para lograr el bien común, no solo para el pueblo coreano, sino también para toda la gente del mundo”.
Él también añadió oraciones para que los creyentes de Corea del Norte tengan libertad de religión.
El arzobispo Xuereb dijo a Vatican News que la retórica ha pasado de desatar “fuego y furia” contra Corea del Norte a un lenguaje más moderado “que habla de paz, de relaciones basadas en el entendimiento, por lo tanto estamos verdaderamente llenos de esperanza y confianza”.
“Uno puede imaginarse cuán ansiosamente el pueblo coreano y la iglesia aquí en Corea están viviendo este momento verdaderamente histórico”, dijo el nuncio papal.
“La Santa Sede quiere apoyar cualquier iniciativa posible que promueva el diálogo y la reconciliación” mientras también aprovecha poder llevarle el mensaje del Evangelio a todos, él dijo.
El papa Francisco dirigió en oración a miles de personas en la Plaza de San Pedro el 10 de junio expresando esperanza de que la cumbre lleve a una paz duradera.
Él dijo: “Que las conversaciones contribuyan al desarrollo de un camino positivo que asegure un futuro de paz para la península coreana y para todo el mundo”.