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Guatemaltecos no quieren inmigrar pero se sienten presionados, revela estudio

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MANHATTAN — La mayoría de los guatemaltecos prefieren quedarse en su país de origen antes que migrar, pero las difíciles condiciones del país y la falta de oportunidades los obligan a irse, según revela un nuevo estudio.

Entre el enraizamiento y la decisión de migrar: factores de empuje y retención de la migración en Guatemala fue publicado esta semana por Catholic Relief Services (CRS) y lista aquellos factores que hacen que los guatemaltecos quieran permanecer en su país de origen, y los principales factores de retención y arraigo que el país necesita mejorar.

Este estudio sale a la luz justo antes de que la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris visite Guatemala y otros países centroamericanos para discutir sobre la migración, específicamente las causas fundamentales que hacen que la gente abandone el país.

“Al igual que en Estados Unidos, los guatemaltecos está profundamente conectados con su cultura y su país. Quieren quedarse. Para ellos, como para la mayoría de las personas, la migración es una decisión que les cambia la vida”, dijo Nicole Kast, jefa de programación de CRS Guatemala.

“Ya sea que las familias estén lidiando con la violencia, los impactos del cambio climático o la falta de acceso a oportunidades laborales viables, la elección de una familia de irse es a menudo una decisión dolorosa que se convierte en una cuestión de vida o muerte”.

El estudio utilizó dos encuestas realizadas en mayo y junio de 2020. Una de ellas recoge una muestra de 785 personas que representaban a 73 comunidades rurales con las que CRS se asocia, incluidas Chiquimula, Huehuetenango, Quetzaltenango, Quiché, San Marcos y Totonicapán. La otra encuesta utilizó las respuestas de 89 personas urbanas de entre 18 y 30 años que viven en su mayoría en Sacatepéquez.

También utiliza 84 entrevistas semiestructuradas con personas que tienen experiencias relevantes y viven en las comunidades mencionadas anteriormente. Así como otra serie de entrevistas semiestructuradas con 12 encuestados de organizaciones que trabajan en temas migratorios en Guatemala.

En general, el 77 por ciento de los 785 que respondieron a la primera encuesta tenían poca o ninguna intención de migrar.

La mayoría de los encuestados, 471 de 785, también dijeron que preferirían quedarse en Guatemala en lugar de emigrar. La mayoría de estas personas eran amas de casa y trabajadores calificados con fuertes raíces en el lugar donde viven y que comprenden los riesgos de los destinos migratorios.

Mientras que los 145 encuestados que expresaron su deseo de emigrar fuera de Guatemala eran en su mayoría más jóvenes, entre 25 y 30 años, con un mayor nivel de educación y menos raíces en el país, y por lo tanto, se mostraron optimistas sobre sus posibilidades de tener éxito en otros lugares.

Los 169 encuestados restantes estaban indecisos.

El acceso a puestos de trabajo y la estabilidad laboral, especialmente para los jóvenes, y la propiedad y el acceso a tierras productivas son factores que el estudio identifica que motivarían a las personas a permanecer en su país de origen. Sin embargo, Guatemala tiene muchos problemas en ambas áreas.

La investigación encontró que hay una falta de oportunidades laborales en comparación con el nivel de formación y estudios que alcanzan los jóvenes guatemaltecos, lo que lleva a estudiantes y desempleados a considerar la migración como una de las pocas formas de encontrar trabajo, desarrollar y utilizar sus habilidades.

En cuanto a la propiedad productiva de la tierra, Guatemala se encuentra entre los 10 países del mundo más amenazados por el cambio climático. La investigación cita evidencia de que los flujos migratorios de Guatemala a los EE.UU. provienen cada vez más de áreas rurales. Particularmente, en el Corredor Seco, que es una región de la costa del Pacífico centroamericano que experimenta sequías severas y clima extremo exacerbado por el cambio climático.

La pérdida de cultivos y medios de vida, junto con el empeoramiento de las condiciones alimentarias en las áreas afectadas por el cambio climático y el clima extremo, probablemente serán los principales impulsores de la migración en el futuro, según el estudio.

Para combatir el aumento de la migración que ha experimentado Estados Unidos durante la primera mitad de 2021, el estudio sugiere que, en lugar de centrarse en disuadir la migración, el Congreso y la administración Biden deberían apropiarse y asignar recursos para construir comunidades prósperas y seguras donde las personas puedan lograr una vida digna para ellos y sus familias.

“Al comprender mejor e invertir en los factores que ayudan a las personas a arraigarse y prosperar en sus comunidades, podemos abordar mejor la migración de una manera más eficaz y humana”, dijo Kast. “Los legisladores deben observar de cerca lo que mantiene a las personas arraigadas en sus comunidades, para que más familias puedan prosperar donde están”.