Desde Roma

¿Happy Halloween? No, no es divertido

Los exorcistas sostienen que el mayor éxito de Satanás es que no creemos en él, siguiendo este ejemplo, se puede decir que el Demonio está igualmente satisfecho con la afirmación de que “Halloween es divertido”. Subestimar las amenazas no significa que dejen de existir. Todo lo contrario: disminuye nuestra vigilancia, lo que nos deja indefensos. ¿Vale la pena arriesgarse así?

Origen

Se desconoce el origen exacto de Halloween. Esta es ciertamente una tradición muy antigua, tal vez incluso más allá de la época de los celtas paganos. Sin embargo, desde el principio estuvo relacionado con el tema de los condenados que no pudieron encontrar la paz después de la muerte. Los paganos también se preguntaron sobre la otra vida, pues la convicción de retribución por la vida buena o mala probablemente esté presente en todas las religiones. Después de la difusión del cristianismo, la costumbre de Halloween casi ha desaparecido. El Día de Todos los Santos se introdujo el 1 de noviembre en el S. VIII para Roma y a mediados del S. IX, Gregorio VIII lo extiende a toda la Iglesia Universal. En el siglo X se introdujo el llamado Día de todos los fieles difuntos para el 2 de noviembre a fin que la gente no olvide de rezar por la paz eterna para los muertos. Recordarlos para rezar, no para producir miedo.

¿Qué pasa después de la muerte?

Entonces, ¿de dónde vino el Halloween del “Renacimiento”? Cuando las tesis de la Reforma se extendieron en Europa occidental, también llegaron a las Islas Británicas. La teología protestante rechazó la enseñanza católica sobre el purgatorio y negó el culto a los santos. De esta manera, surgió un vacío, en el que las viejas costumbres paganas asomaban naturalmente. Las personas, haciéndose preguntas sobre la vida después de la muerte, buscaron respuestas en las tradiciones de la antigüedad. Si no hay purgatorio, ¿dónde expían los difuntos sus pecados veniales? Arrasando la tierra y atormentando a los vivos. De esta manera, la noche del 31 de octubre se convirtió en un festival neopogano. Una vigilia donde se pretende “quedar bien con Dios y con el Diablo,” por las dudas…

Es más fácil aceptar cuando lo hace la mayoría

La principal amenaza que trae Halloween es acostumbrarse a los temas de esoterismo y ocultismo. Y lo que está “culturalmente aceptado” es mucho más fácil de absorber. Este tema se aplica tanto a adultos como a niños. Cada año, los exorcistas notan un marcado aumento en la actividad del demonio en torno a la fecha de Halloween. No es ningún secreto que esta noche es uno de los días más importantes del año para los satanistas. Pero también muchos llamados “personas ordinarias”, sin saberlo, se abren al mundo espiritual, del cual tienen poca idea. Las proyecciones inocentes con la evocación de fantasmas, organizadas como juegos de integración, a menudo terminan en algún tipo de infestación.

Salvar a los niños

Especialmente peligrosos pueden ser adivinación, hechizos, tarot y otros “juegos” que se ofrecen incluso a los niños durante este período. Desafortunadamente, muchos directores de escuela dedican incluso un día entero a organizar tales juegos durante las lecciones (paradójicamente, los mismos que a veces consideran como un acto contra la libertad religiosa cualquier práctica cristiana en el marco de la educación escolar). Un niño no mira el mundo como un adulto. Lo que es divertido para nosotros, ellos lo experimentan con mayor intensidad y realismo. Una peligrosa mezcla de miedo y curiosidad ha demostrado más de una vez ser una poción peligrosa para los espíritus jóvenes. Si agregamos la fascinación infantil con la fantasía o el deseo de escapar a una realidad alternativa debido a problemas en el hogar, se crea un suelo peligrosamente fértil para la contaminación satanica.

¿En qué creemos?

Halloween y el Día de Todos los Santos no son solo dos fechas unidas en  el calendario, sino principalmente dos conceptos mutuamente excluyentes en miras a la Vida Eterna. Como católicos, creemos en las palabras de Cristo que fue al Padre para preparar un lugar para nosotros y que regresará para llevarnos con él, para que podamos estar donde él está (cf. Jn 14:2-3). Creemos en una vida eterna feliz con Cristo en el Cielo, donde puedes entrar solo si vives en amistad con Dios en la tierra. También creemos en la existencia del purgatorio.(CEC 1030 y 1031). Es allí (y no en la tierra) que, gracias a la misericordia de Dios, los muertos reciben una oportunidad de purificación. Después de hacer penitencia, pueden estar con alegría y paz ante Dios en el cielo. Protejámonos a nosotros mismos y a nuestros hijos del neopaganismo y las amenazas espirituales, y busquemos lo que fortalece nuestra fe y libertad de los hijos de Dios.