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Artistas comparten anécdotas sobre la creación de la estatua de Madre Cabrini

La historia detrás de la estatua de Madre Cabrini develada por el gobernador Andrew Cuomo en una ceremonia en Battery Park el pasado 12 de octubre es de perseverancia y visión artística.

Giancarlo Biagi, a la izquierda, y Jill Burkee-Biagi analizaron milímetro a milímetro el diseño de la estatua. (Fotos: Paula Katinas)

Los escultores, Giancarlo Biagi y su hija adoptiva Jill Burkee-Biagi, compartieron con The Tablet la visión de todo el proceso creativo… desde la concepción de la pieza hasta su terminación.

La estatua de bronce, que representa una imagen joven de Madre Cabrini en un bote pequeño junto a dos niños, se encuentra en una ensenada en Battery Park, al otro extremo del puerto de Nueva York, pasando la Estatua de la Libertad y la Isla Ellis. Madre Cabrini (1850-1917), natural de Sant’Angelo Lodigiano, Italia, y llegó a Estados Unidos en 1889. Fue canonizada por el papa Pío XII en 1946 y cuatro años más tarde fue nombrada Patrona de los Inmigrantes.

La estatua se completó en un tiempo considerablemente corto (nueve meses), y Jill Burkee-Biagi dijo que fue porque ella y Giancarlo llevan décadas trabajando como un equipo artístico y han creado su método propio para abreviar el proceso de trabajo.

Los Biagis fueron seleccionados el 26 de febrero por la Comisión Conmemorativa Madre Cabrini entre varios artistas que presentaron diseños. Tuvieron que superar varios obstáculos durante el proceso creativo, pero estaban decididos a hacer el trabajo.

Inicialmente planearon trabajar en el proyecto en Italia, pero los cierres a causa del COVID-19 en ese país les impidieron viajar. Necesitaban estar cerca de una fundición para hacer el molde de la escultura de bronce. Planearon trabajar en Nueva York pero, otra vez, el COVID-19 interfirió con sus planes debido a otro cierre. Los artistas finalmente terminaron conduciendo hasta Loveland, Colorado, donde trabajaron en el estudio de un amigo.

“Jill y yo nos pusimos en cuarentena para hacer este trabajo”, dijo Giancarlo a The Tablet.

Los Biagi no titubearon en ningún momento, a pesar de los constantes cambios de planes. Se inspiraron en Madre Cabrini: “Ella era una mujer tan determinada; supo superar todos los obstáculos”, dijo Jill.

Desde el principio, el objetivo de los Biagis fue rendir homenaje a Madre Cabrini incorporando facetas de su vida en Italia en el diseño de la pieza. También querían que la obra de arte fuera universal en su atractivo para el espectador.

“Todos somos inmigrantes de una forma u otra. Todos compartimos la experiencia de los inmigrantes”, dijo Giancarlo.

El bote de la estatua representa un barco de papel. Cuando era niña, la Madre Cabrini disfrutaba visitar a su tío, que vivía cerca del río Venera. Allí hacía barquitos de papel y los llenaba de violetas, su flor favorita, antes de arrojarlos al río para observar cómo las corrientes los arrastraban. Quería que los barcos fueran como misioneros para el mundo, dijo Giancarlo.

La devoción de Madre Cabrini por la educación también está presente en el diseño: la niña del bote lleva un libro. Madre Cabrini fundó las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y fundó 67 escuelas, hospitales y orfanatos en los EE.UU.

“Educar a los inmigrantes, a los marginados, a los necesitados fue vital para ella”, dijo Giancarlo.

El niño lleva un instrumento musical conocido como ocarina, que representa la música y la cultura que traen los inmigrantes de sus países de origen cuando llegan a Estados Unidos.

Los artistas también pensaron detenidamente en el entorno inmediato de la estatua.

Mons. DiMarzio visitando la estatua de Madre Cabrini.

Piedras de un río especial

La obra de arte, que descansa en un pedestal de granito, se encuentra sobre una base de piedras. Pero no son piedras cualquiera.

“Son piedras del lecho de un río”, dijo Giancarlo. Son piedras de un río que pasa cerca de la casa de Madre Cabrini, en Italia. Las piedras se obtuvieron con la ayuda de la Madre María Barbagallo, quien está a cargo de un museo dedicado a Madre Cabrini en su ciudad natal.

La pieza se construyó mediante un procedimiento escultórico de tradición muy antigua conocido como moldeo a la cera perdida (o fundición a la cera perdida). Se trata de obtener figuras de metal (en este caso de bronce) por medio de un molde que se elabora a partir de un prototipo original.

Los Biagi dijeron que se sentían honrados de haber sido seleccionados por la comisión, copresidida por el obispo Nicholas DiMarzio y por Angelo Vivolo, presidente de la Fundación de Ciudadanos de Columbus, para crear la estatua de Madre Cabrini.

Los trabajos de los Biagis, por separado e individualmente, se pueden encontrar en galerías de arte y museos de todo el mundo.

Giancarlo, natural de Italia, estudió en el Istituto d’Arte Stagio Stagi de Pietrasanta. Se mudó a los Estados Unidos para estudiar en la Art Students League de Nueva York. Jill, nacida en Estados Unidos, estudió en la Universidad de Washington y recibió una beca para trabajar y estudiar arte en Pietrasanta, Italia, con artesanos talladores de piedra.

Hoy en día, los Biagis mantienen estudios en Nueva York y Pietrasanta.