Crónicas

Inglaterra: multa a los novios que lleguen tarde

Las parejas que se casen en la Santa Cruz en Bearsted deberán llegar temprano para no pagar la multa de 100 libras esterlinas.

En Bearsted, una pequeña población de poco más de ocho mil habitantes en el sureste de Inglaterra, está la parroquia Santa Cruz, una pequeña iglesia anglicana.

El párroco, luego de tener que esperar a dos novias en dos celebraciones diferentes, decidió pedirles a las parejas un depósito de £100 (libras esterlinas), unos $135 dólares.

Si las parejas llegan puntuales, al momento de buscar el certificado de matrimonio les será devuelto el depósito. Si, por el contrario, las parejas llegan tarde, pues este dinero se repartirá entre el organista, los campaneros y los niños del coro quienes se vieron obligados a esperar.

La única manera de evitar esta multa es que las parejas lleguen tarde por demoras debido al tráfico o por acontecimientos imprevistos o fuera de lo normal.

En el condado de Kent, donde está ubicada la pequeña parroquia ha habido reacciones encontradas: unos apoyan la medida, mientras que otros la critican.

Para el padre Jorge Ortiz Garay, párroco de Santa Brígida en Brooklyn, la opción de imponer una multa a los novios es un absurdo. “Eso no quiere decir que no me moleste que lleguen tarde, la cosa es que muchas veces los novios llegan tarde y la razón es el fotógrafo, porque les dice que se tomen una foto aquí, otra allá, es por el fotógrafo, créemelo”.

El padre Ortiz se reúne con las parejas varias veces antes del matrimonio, en esas charlas les explica algo que los novios entienden y hacen que no lleguen tarde. “Les digo es el día más importante de sus vidas, si la boda es a las 3:00 p.m., pues es a las 3:00 p.m., si llegas a las 3:15 p.m., está bien yo no me enojo, no hay problema pero en lugar de hacer dos lecturas, será una; si llegas a las 3:30 p.m., pues no hay lecturas y si llegas a las 3:45 p.m. pues solamente haremos el consentimiento y ya está, todo depende de ustedes, y así llegan a las 3:00 p.m.”.

Así que lo mejor es salir más temprano, entender, como dice el padre Jorge Ortiz Garay, que es el día más importante de sus vidas y que las fotos pueden hacerse más temprano o después de la ceremonia.