CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz /CNS)—. A cada uno de nosotros nos vendría bien pensar sobre el día del Juicio Final y preguntarnos qué es lo que Dios verá cuando examine nuestras vidas, dijo el papa Francisco.
“Si el Señor me llamase hoy, ¿qué haría? ¿Qué le diría? ¿Qué grano le mostraré?” preguntó el papa durante la Misa en la Casa Santa Marta el 27 de noviembre.
Durante su homilía, el papa reflexionó sobre la lectura del día acerca del fin del mundo que aparece en el Libro del Apocalipsis, donde san Juan usa la imagen del Señor y ángeles armados cortando la cosecha.
Ya que el año litúrgico termina, las lecturas se enfocan en el fin de los tiempos, y el papa dijo que sería bueno que las personas examinaran sus vidas y reflexionaran sobre cómo podrían ser juzga-das cuando llegue la hora.
“No nos gusta pensar en eso”, él dijo. “Siempre lo dejamos para mañana”, especialmente cuando las personas son jóvenes, “pues mira cuántos jóvenes se van, cuántos jóvenes son llamados. Nadie tiene la vida asegurada”.
Nadie está en esta tierra para siempre; la vida de todos terminara, él dijo, y Dios querrá ver qué se ha cosechado — “la calidad de nuestra vida”.
Este examen de conciencia le ayudará a las personas a entender cuáles cosas tienen que arreglar en sus vidas y cuáles deben continuar porque son buenas, dijo el papa.
“Sí, habrá un final, pero ese final será un encuentro: un encuentro con el Señor. Es verdad, será un dar cuentas de lo que he hecho, pero también será un encuentro de misericordia, de alegría, de felicidad”, dijo.
“Pensar en el final, en el final de la creación, en el final de nuestra vida, es sabiduría; los sabios lo hacen”, dijo.