La receta de la paz de Benedicto XVI para el 2013
Cuando Joseph Ratzinger fue elegido Papa y tuvo que elegir un nombre, no se lo pensó dos veces. Se acordó de uno de los papas más importantes del siglo pasado, que es también uno de los menos conocidos. “He elegido el nombre por Benedicto XV, valiente y auténtico profeta de paz ante el drama de la Primera Guerra Mundial. Como él, deseo ponerme al servicio de la reconciliación y armonía entre los hombres y los pueblos, porque el gran bien de la paz es sobre todo un don de Dios, que hemos de defender y construir entre todos”, explicó en abril de 2005.
Hoy, Benedicto XVI sigue convencido de que no basta que los jefes de Estado se esfuercen en construir la paz. Dice que es una misión y una responsabilidad de todos y cada uno. Por eso, como primer mensaje del año 2013, pide a los católicos que reflexionen seriamente sobre qué están haciendo para que el mundo sea un lugar un poco más justo.
Lo hizo en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, celebrada el 1ro de enero. Se titula: Bienaventurados los que Buscan la Paz. Un texto bellísimo que parte de la paz interior y llega hasta la paz entre países, pasando por las mejoras en la educación, las medidas contra la crisis económica y la defensa de la libertad religiosa.
El Papa recuerda que se cumplen 50 años de la importante encíclica que Juan XXIII escribió en abril de 1963, seis meses después de la crisis de los misiles de Cuba. En octubre de 1962, el Papa Angelo Giuseppe Roncalli medió entre Kennedy y Kruschev durante aquellos trece días en los que el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear.
Juan XXIII preparó un mensaje de radio en el que lanzaba esta invitación a los dos líderes: “Haced todo lo que esté en vuestro poder para salvar la paz, así evitaréis al mundo los horrores de la guerra: continuad negociando”. Antes de emitirlo, tanto Kennedy como Kruschev le confirmaron que estaban dispuestos a estudiar una solución.
Se acabó la tensión en Cuba, pero continuó la Guerra Fría. Juan XXIII no se quedó de brazos cruzados y publicó la encíclica que ahora cumple 50 años, la “Pacem in terris”.
Para Benedicto XVI, esa carta siendo de actualidad porque recuerda que “para construir una civilización al servicio de cada ser humano, sin discriminación alguna, y dirigida hacia el bien común, se debe conceder el primado a la dignidad humana y a su libertad”. Es su receta para la paz, que invita a leer en términos personales.
Como explica en su presentación, el mensaje “Bienaventurados los que buscan la paz” afronta este tema desde muchas perspectivas. Parte de la dimensión personal de la construcción de la paz, habla de paz interior y paz exterior. A partir de ahí denuncia “la emergencia antropológica, la naturaleza e incidencia del nihilismo” y explica la importancia de “defender los derechos fundamentales, en primer lugar la libertad de conciencia, la libertad de expresión y la libertad religiosa”.
El texto de este año es muy práctico y de gran utilidad porque Benedicto XVI plantea “una reflexión ética sobre algunas medidas adoptadas para contener la crisis económica y financiera, la emergencia educativa, la crisis de las instituciones y la crisis de la política, que es también – en muchos casos – preocupante crisis de la democracia”, según explica el Pontificio Consejo Justicia y Paz, el órgano que asesora al Papa en la elaboración de este mensaje.
Por Javier Martínez-Brocal
La agenda del Papa para 2013
Este año, Benedicto XVI regresará a América Latina, publicará una nueva encíclica, participará en una Adoración Eucarística simultánea en todo el mundo y se reunirá con todos sus nuncios. Además, continuará su ciclo de catequesis sobre la fe, sus breves homilías del ángelus de los domingos y sus visitas a dos iglesias de Roma. Una agenda intensa para un Papa que en abril cumplirá 86 años.
A finales de julio viajará por segunda vez a Brasil. Estuvo en mayo de 2007 para clausurar la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y regresa para la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013. Desde uno de los países que más está creciendo económicamente, Benedicto XVI invitará a los jóvenes a dedicar sus vidas a algo más que el bienestar material.
Todo apunta a que será un acontecimiento histórico en el que participarán dos millones de jóvenes de todo el mundo. Los organizadores ya están trabajando para que la llegada del Papa a la playa de Copacabana sea inolvidable.
Además, este año el Papa publicará una encíclica sobre la Fe con la que cierra su trilogía. Además de su encíclica sobre temas sociales, en 2005 publicó “Deus Caristas est” sobre la Caridad, en 2007 “Spe Salvi”, sobre la Esperanza, y ahora una tercera sobre la Fe.
Naturalmente, los principales encuentros del año en San Pedro seguirán el hilo conductor del Año de la Fe. El 18 de mayo, el Papa se reunirá con todos los movimientos y nuevas realidades de la Iglesia. El 2 de junio, durante una hora, habrá una Adoración Eucarística simultánea en todas las diócesis del mundo, el 15 de junio celebrará un encuentro mundial para concienciar sobre el derecho a la vida y el 27 de octubre rezará junto a miles de familias de todo el mundo.
Meses intensos que culminarán el 24 de noviembre con la clausura del Año de la Fe, convocado por el Papa para invitar a conocer mejor la propia fe y vivirla con mayor coherencia.
(Ciudad del Vaticano)