Este 12 de febrero el papa Francisco comenzará su cuarto viaje al continente americano, visitando México, el quinto país de América Latina luego de que en 2014 estuviera en Brasil y en 2015 en Ecuador, Bolivia, Paraguay y Cuba.
México es el segundo país del mundo con más católicos, después de Brasil. Francisco se convertirá en el tercer papa que visita el país azteca, un privilegio que han tenido pocos países.
Nuestra Voz habló con dos sacerdotes mexicanos de nuestra Diócesis para que nos explicaran la importancia de esta visita, en especial para los mexicanos.
“Como mexicano siempre es una alegría que el Santo Padre vaya a México. El papa Juan Pablo II fue cinco veces a México, Benedicto XVI fue también, ahora Francisco visita nuestro país. Es una esperanza encontrarnos en la fe, es muy lindo ver al México siempre fiel, a pesar de la situación económica y financiera”, opina el padre Jorge Ortiz Garay, quien nació en Ciudad de México y es el párroco de Santa Brígida.
“El Papa estará en Ciudad de México, luego oficiará una misa en Ecatepec de Morelos, que es un municipio cerca de allí. Este municipio desgraciadamente es un poco marginado, con algunas personas que tienen poca educación. Hay mucho crimen últimamente, desgraciadamente muchos homicidios, sobre todo de mujeres. El Papa va a celebrar una misa ahí. También visitará Chiapas, uno de los estados más pobres, estará con las comunidades indígenas. Para estos dos lugares es una voz de esperanza, al igual que para Morelia, en Michoacán. Estará en Ciudad Juárez, en la frontera, haciendo este grito de esperanza, dando a entender que la única respuesta es Cristo”, afirma el padre Ortiz, quien agrega que “es una visita interesante, yo pienso que ha escogido estos lugares por lo que representa en México la situación que estamos viviendo”.
“Esta visita es muy importante, el segundo país con el mayor número de católicos en el mundo es México, así que debemos poner nuestros ojos hacía el futuro, en la nueva evangelización. El Papa siempre está remarcando esto, seguir la nueva evangelización, salir a las calles y evangelizar. Al final lo que quiere el Papa es que la gente realmente sea testigo del amor de Cristo, tenga la imagen de Cristo aquí en la Tierra y pueda evangelizar al vecino, al hijo, al papá, traer a todos de regreso a casa”, agrega el padre Jorge.
La importancia de México para el catolicismo viene desde tiempo atrás, explica el párroco de Santa Brígida. “Los tres últimos papas han visitado México, nuestro país es importante para la evangelización. Cuando llegaron los españoles, México era un punto de evangelización hacia el norte, hacia el sur y hacia Filipinas o Asia”.
Al cierre de esta edición, el padre Jorge, junto a su comunidad, estaba planeando organizar una peregrinación. “Hay interés, expectativa y deseo de ver al Santo Padre en nuestro país”.
Para el padre Lázaro Núñez, quien nació en El Salto, en el estado de Durango y es el vicario parroquial de los Santos Inocentes, esta visita es especialmente significativa por el momento que vive México.
“Para mí como sacerdote es una gran oportunidad de fortalecer la vocación, el ministerio y de ver que el sucesor de Pedro visita a nuestro país, a nuestra comunidad que peregrina en México en medio de las vicisitudes, en medio de las luchas y las dificultades. Como cristiano me hace pedirle a Dios que cumpla esa misión que Cristo le confirió a Pedro. Esta es una visita 100% de carácter pastoral y así lo ha dicho el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, que la visita del Papa es una visita pastoral donde el sucesor de Pedro va a fortalecer la comunidad, la fe de todos en nuestro país, en nuestro México querido”.
“La visita puede ayudar bastante. No olvidemos que éste es un momento de gracia donde Dios, a través del sucesor de Pedro, visita a su pueblo para ir creando y construyendo el Reino”, comenta el padre Lázaro.
El padre Lázaro Núñez compartió con san Juan Pablo II en uno de sus viajes a México. “En la visita de Juan Pablo II en 1990 tuve la oportunidad de estar como seminarista. Él ordenó en la ciudad de Durango a 100 sacerdotes y esa vez ayudé como seminarista en la misa de la ordenación. En la otra ocasión que pude estar fue cuando canonizó a san Juan Diego en la Basílica de Guadalupe”.
En su parroquia también, al cierre de esta edición, tenían planes para participar en algunas de las actividades del Santo Padre en México.